Actualmente existe un amplio abanico de opciones que permiten a las personas con movilidad reducida ganar autonomía y accesibilidad. Un ejemplo es el transporte, tanto público como privado, dónde en los últimos años se ha diversificado e instalado soluciones en accesibilidad prácticamente aptas para cualquier usuario.
Hoy nos centraremos en una de éstas opciones: la adaptación de vehículos para personas con movilidad reducida, concretamente, la referente al coche de uso privado para personas que han perdido una o dos piernas, ya sea por amputación o incapacidad.
Si el usuario ha perdido la movilidad en una pierna, ya sea la izquierda o la derecha, la mejor solución sería:
- Si ya tenemos un coche con cambio de marchas manual y queremos adaptarlo, únicamente haría falta instalar un embrague eléctrico. Consiste en una centralita conectada al cambio de marchas y el acelerador. Según la presión que se le dé al acelerador, la centralita sube o baja de marchas de manera automática.
- Por otra parte, si pensamos en comprar un vehículo nuevo, únicamente tendríamos que tener en cuenta que tuviese un cambio marchas totalmente automático… y problema resuelto.
Sí, una persona que ha perdido la movilidad en las dos piernas también puede conducir. En éste caso, la adaptación del coche requerirá de:
- Cambio automático de marchas, es imprescindible.
- Acelerador manual o electrónico. Existen varias opciones, pero las más utilizadas son a un aro o palanca acelerador. El aro se instala en el volente del vehículo, teniendo unas dimensiones un poco menores para facilitar su accionamiento. El usuario sostiene el volante para conducir y con los pulgares presiona el aro para acelerar.
En el caso de la palanca (también llamadas puños), se instala detrás del volante y se acciona con una sola mano, presionando con los dedos.
- Freno manual. Suelen ser de palanca, situados al lado del volante. Se acciona a través de su empuje, presionando con toda la mano o con dedos.
Aunque estas son las opciones más comunes, cada usuario requiere una adaptación a medida para garantizar su comodidad y seguridad. La mayoría de adaptaciones de vehículos los suelen realizar carroceros, como una actividad complementaria a la modificación de chasis de camiones o furgonetas. Por ello, es más recomendable dejarse asesorar por una empresa dedicada exclusivamente a ofrecer soluciones en accesibilidad para personas con movilidad reducida.