La Anna Garcia era profesora en la Universidad de Cagliari (Italia) cuando, al 2006, sufrió una hemorragia cerebral. Este incidente le ha provocado movilidad reducida y ahora utiliza silla de ruedas y lleva un parche en el ojo.
Después de este incidente, Anna vio que muchos niños la miraban fijamente cuando paseaba por la calle. Fue por esta razón que decidió crear “Los cuentos de Ona” una forma de enseñar a los niños que hay muchas personas al mundo con condiciones diferentes.
¿Cómo recuerdas el día que decidiste crear el personaje de Ona? ¿Qué fue el proceso para crear este personaje?
Llevaba tiempo escribiendo pequeños relatos inspirados en mi día a día y de golpe tuve la idea de crear un personaje como Ona. Primero busqué por internet y a bibliotecas si había cuentos infantiles donde la protagonista utilizara una silla de ruedas, y no encontré ninguno. ¡Y esto me animó a crearla!
¿Quién es Ona? ¿Eres tú?
Ona es un poco yo... ella es una niña, pero físicamente nos asemejamos mucho. También tiene 2 hermanos más, como yo. Pero ella es la pequeña y yo soy la mayor.
¿Qué nos hace falta para convertirnos en una sociedad más inclusiva?
Para convertirnos en una sociedad más inclusiva, antes que nada, todo el mundo tendría que saber que hay muchas condiciones diferentes, así se tendrían en cuenta en todos los ámbitos del día a día. Por ejemplo, en el caso de la movilidad reducida, poner rampas es facilitar el acceso a todo el mundo.
Si los niños crecen conociendo la realidad de hoy en día, en teoría tendría que mejorar la conciencia colectiva y, por tanto, mejorar la inclusión por parte de la sociedad. Un ejemplo son los lavabos adaptados de muchos lugares, que los tienen de almacén y cuando quieres ir es todo un espectáculo.
Hoy en día, hay mucho trabajo que tienen que hacer los gobiernos, ayuntamientos, etc. invirtiendo más dinero en la inclusión. Si miramos años atrás, las personas con movilidad reducida, quizás, se quedaban más en casa y no tenían interacción social. Ahora, hay muchas opciones para relacionarse y facilidad para moverse y no quedarse a casa.
Sinceramente, pienso que aún nos queda mucho para llegar a la plena inclusión, al menos en un futuro a corto plazo. Pero espero que con los años mejore.
En total has escrito 3 cuentos. ¿Qué acogida han tenido?
¡Muy buena! Al ver que el primero gustó tanto, me animé a hacer más.
¿Qué dificultades te has encontrado para publicar tus libros? ¿Cómo has vencido las trabas?
No fue nada fácil publicarlos. Así que, al final, optamos por la autoedición. Lo hemos hecho así en el 1.º y en el 2.º cuento. En cuanto al último, a mitad del proceso de creación nos enganchó la pandemia, así pues, lo recondujimos e hicimos un micro mecenazgo, es decir, conseguir publicarlo haciendo previamente las ventas. ¡La reacción de todo el mundo fue muy buena y conseguimos el objetivo!
Un tema pendiente, es poder publicarlo en castellano porque llegaría a mucha más gente. Esperamos que pronto tengamos la ocasión de hacerlo.
¿Qué ideas, objetivos o valores pretendes transmitir con tus cuentos?
Principalmente dar visibilidad en el mundo de la discapacidad y en concreto, a la movilidad reducida ya que es lo que yo vivo.
En los cuentos también intento que se vean otros temas como la amistad, la ayuda colectiva para conseguir cosas, buscar alternativas para poder hacer actividades que quiera hacer Ona, hábitos saludables, ser responsables con el medio ambiente... La perseverancia, la constancia y la paciencia son valores que también quiero transmitir.
¿Crees que consigues romper tópicos típicos que la gente tiene sobre la discapacidad? Es decir, la sociedad, todavía piensa que utilizar una silla de ruedas no te permite salir de casa o hacer actividades que te puedan gustar.
Uno de los objetivos de las charlas que hacemos a las escuelas, es romper, precisamente, todos estos tópicos. Los niños y niñas pueden dirigirse a mí directamente y resolver dudas que tengan sobre la movilidad, o como hago unas cosas u otras.
Pienso que descubren cosas nuevas que ni se habían planteado. ¡Un día me preguntaron dónde dormía! Creo que se pensaban que dormía sentada a la silla...
Tu hermana te ayuda con los cuentos, ¿Cómo os repartís el trabajo? ¿Cómo es esta experiencia?
Yo, pienso y escribo, pero voy lenta...En esto, me ayuda, por suerte. También, cuando hay que llamar a algún lugar se encarga ella. La verdad es que me ayuda en TODO; ¡tengo mucha suerte!
¿Cómo os recibe el público de las charlas que hacéis?
¡Nos acogen muy bien! ¡Cómo si fuéramos alguien importante! Hace gracia ver que nos reciben con esta ilusión. Algunos profesores nos han explicado que, a raíz de la charla, hay alumnas que han hecho un cambio muy positivo y nos gusta mucho saberlo. También nos han regalado dibujos de agradecimiento. Es una charla que no los deja indiferentes ni a ellos ni a los profesores.
¿Antes de tener la hemorragia cerebral, te habías planteado nunca escribir cuentos o libros? ¿Has pensado en escribir novelas dirigidas a otro público?
Yo, antes, leía mucho. Ahora, no leo tanto. En aquel momento, no me había planteado escribir ni cuentos ni libros. Antes de "Els contes de l’Ona", había escrito relatos para adultos, consisten en unos pequeños cuentos que hablan de varias cosas: de mi abuela, de una gata...
Me gustaría escribir una novela. Pero me falta tenacidad y paciencia para hacerla. En un futuro, nunca se sabe quizás me inspiro y...adelante.