Resumen de la ponencia a cargo de Enrique Rovira-Beleta, Albert Vila y Guillermo Hurtado el 10 de noviembre de 2016, en la sede del COAC.
En posts anteriores comentamos las ponencias del Sr. Enrique Rovira-Beleta y del Sr. Albert Vila. Podéis leerlas aquí (Leer Rovira-Beleta) (Leer Albert Vila).
Para finalizar el encuentro, el Sr. Guillermo Hurtado, técnico en accesibilidad del Institut Municipal de Persones amb discapacitat del Ajuntament de Barcelona, inició su intervención considerando los factores necesarios para generar buenas prácticas desde el ámbito de la administración local: voluntad política, la accesibilidad como política transversal, formación y conocimiento, control y supervisión y participación activa de las personas con discapacidad en el diseño de las políticas públicas en materia de accesibilidad.
Según Guillermo “la accesibilidad en los entornos y servicios garantiza la igualdad de oportunidades y la no discriminación de las personas con discapacidad en el desarrollo de las actividades de la vida cotidiana. La accesibilidad responde así a una cuestión de derechos fundamentales, a una condición necesaria para su traducción práctica”.
La tendencia en el diseño de entornos construidos de considerar un ciudadano medio como referencia, ha comportado que muchas personas queden excluidas o vean condicionada su participación normalizada y autónoma. La referencia debería ser la de diseñar considerando como prioridad el resolver las necesidades de aquellas personas con alguna limitación funcional; resolver sus necesidades desde un diseño inclusivo, beneficia a la práctica totalidad de usuarios y usuarias de esos entornos.
Para Guillermo, la referencia principal en el diseño de los entornos y de los servicios que en ellos se desarrollan ha de ser la persona en su diversidad más que la normativa. Es necesario que el profesional que se enfrente a esta tarea, conozca los parámetros antropométricos estructurales y funcionales de las personas con capacidades diferentes, para entender el porqué de unos requerimientos normativos y no otros.
Un concepto básico en la aplicación de la normativa técnica de accesibilidad, especialmente en entornos consolidados, es el de ajustes razonables. Los ajustes razonables son “medidas de adecuación físicas, sociales y actitudinales que, de una manera eficaz y práctica y sin que comporten una carga desproporcionada faciliten la accesibilidad o la participación de una persona con discapacidad en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos”. La aplicación práctica de los ajustes razonables debería partir de una premisa: ser un mecanismo de garantía por delante de un límite al derecho.
En este contexto, Guillermo habló de la importancia de afrontar la accesibilidad en las ciudades desde una visión holística que refiera el concepto de cadena de accesibilidad como eje de intervención. No cabe una visión sectorial sino transversal, que pivote su actuación sobre el servicio que se presta al ciudadano: servicios culturales, deportivos, de ocio, de transporte, etc.
El mejorar la accesibilidad de una ciudad puede incluso convertirse en marca. Una marca fuerte y potente con la que diferenciarse de otros lugares del mundo. Guillermo mostró varios ejemplos sobre como Barcelona diseña y hace accesible su ciudad: el modelo de vado 120, el modelo de semáforo Barcelona, los contenedores de recogida de basuras, diferentes elementos de mobiliario urbano, etc.
Los requerimientos en materia de accesibilidad aplicables a cualquier entorno construido, deberían descansar sobre dos condiciones de diseño previas: el establecer un orden comprensible y criterios de confort.
Durante su ponencia, Guillermo lanzó la siguiente pregunta: ¿Dónde radica la dificultad para generar buenas prácticas en accesibilidad en nuestras ciudades? Según él, se debe a factores como “la falta de conocimiento sobre los parámetros antropométricos, estructuras y funcionales, de las personas con diversidad funcional; el considerar la accesibilidad como una cuestión que sólo afecta a las personas con discapacidad, generando una capa añadida; la falta de conocimiento de la normativa y de la aplicación de los ajustes razonables”.
Para poder ayudar a las personas con diferentes capacidades a orientarse en los entornos, destacó la importancia del juego de contraste, es decir, diferentes texturas, colores, materiales, que ayuden a las personas a orientarse y ubicarse de manera fácil y autónoma.
Guillermo invitó a los nuevos arquitectos a que tengan en cuenta las diferentes condiciones de las personas y que diseñen en consecuencia.
Esperemos que os haya sido de interés el contenido de esta jornada y que haya generado debate y reflexión entorno a una cuestión, la accesibilidad, que nos afecta a tod@s. Para cualquier duda surgida de estas ponencias estamos a vuestra disposición a [email protected].
¡Hasta la próxima!
Enrique Rovira-Beleta, es arquitecto y director de Rovira-Beleta Accesibilidad, S.L.P., Responsable del Área de Accesibilidad en la School of Architecture de la UIC Barcelona y del Máster en Cooperación Internacional de Arquitectura y Emergencias.
Albert Vila, es director de la empresa “Válida sin barreras”, especialista en soluciones de salvaescaleras y supresión de barreras arquitectónicas des de hace más de 20 años y con más de 10.000 máquinas instaladas.
Guillermo Hurtado, Técnico en accesibilidad del Institut Municipal de Persones amb discapacitat-IMD del Ayuntamiento de Barcelona.
Jueves, 10 de noviembre de 2016, ponecia sobre “Buenas prácticas en accesibilidad: la arqutiectura de los sentidos” en la sala principal del COAC (Colegio de Arquitectos de Cataluña), Barcelona.