CAPÍTULO 2: DE VUELTA A CASA
Pasaron los días, los meses... y un buen día salí del hospital.
Llegué a casa. Era la primera vez que lo hacía después del accidente. Un crudo recuerdo que me hizo poner los pies en el suelo y ser consciente por primera vez de mi nueva situación. Solamente te vienen pensamientos negativos a la mente: “seré una carga para mi familia”, “voy a depender de ellos para todo lo que tenga que hacer”...pensaba una y otra vez.
Tenía que poner remedio a esta situación!
Lo primero que decidí hacer fue adaptar mi entorno (o sea, mi casa) a mis nuevas necesidades. Tenía que encontrar soluciones para poder moverme con total libertad por todas las habitaciones y así realizar las tareas del día a día de forma totalmente independiente.
Por suerte, hoy en día existen empresas como Válida sin barreras especializadas en ofrecer todo tipo de soluciones en accesibilidad para personas con movilidad reducida o discapacidad. Descubrí como este tipo de empresas tienen un sinfín de ayudas para hacernos la vida más fácil y segura, gracias a las sillas sube escaleras, las plataformas salva escaleras y los elevadores domésticos, por ejemplo.