¿Cómo podemos adaptar una casa para minusválidos?
Las personas con movilidad reducida o con discapacidad pueden tener dificultades a la hora de desplazarse cómodamente por su propio hogar. Esto puede ser ocasionado por varios factores como barreras arquitectónicas, no tener espacio suficiente o una mala distribución de los elementos.
Afortunadamente, hay muchas ayudas técnicas como los salvaescaleras u otro tipo de soluciones diseñadas para mejorar su movilidad e independencia diaria.
En este artículo te explicamos cuáles y cómo podemos empezar a mejorar su día a día.
Por qué adaptar una vivienda para minusválidos y por dónde empezar
Algunos factores pueden impedir que las personas con discapacidad dispongan de un entorno libre de barreras. Este hecho puede mermar su confianza y su autonomía diaria, y en consecuencia empeorar su calidad de vida.
Por ello, es importante hacer un proyecto de adaptación y analizar cada uno de los factores que limitan o impiden un correcto desarrollo y desplazamiento. Con esto conseguiremos que su casa sea más fácil y segura.
Pensar en todos los espacios y movimientos diarios para adaptar un piso o casa para minusválidos
Para hacer una reforma de la vivienda, primero deberemos valorar qué objetivos diarios tiene la persona y qué tipo de minusvalía tiene para poder adaptar el hogar a sus necesidades específicas.
Normalmente, los principales inconvenientes con los que se encuentra una persona con discapacidad es la del desplazamiento.
Hay factores que pueden mejorarse simplemente manteniendo un hogar limpio y ordenado, deshaciéndonos de todos esos elementos que sean un obstáculo para el desplazamiento y que no utilicemos. Esos que sí utilicemos en nuestro día a día, deben estar a una altura adecuada para el alcance de las personas.
La distribución de los muebles también puede ser un factor importante, pues debemos evitar que estos estén en medio del paso y que tengan una altura accesible y adecuada para que la persona en silla de ruedas pueda llegar a coger eso que necesite de manera autónoma. Se aconseja que tengan entre 40 y 140 cm de altura y si se puede, es mejor que estén fijados a la pared para evitar posibles accidentes. Se recomienda que estos tengan los bordes redondeados para evitar daños.
En la medidas de lo posible, es mejor evitar las alfombras o sino pegarlas al suelo para que no puedan deslizarse y provocar accidentes. Es preferible que todo el suelo del piso sea antideslizante y liso.
Barreras arquitectónicas y adaptación de viviendas para personas con movilidad reducida
Acceso a la vivienda
Muchas viviendas, acostumbran a tener en su entrada un pequeño desnivel que dificulta el acceso a las personas con discapacidad. En estos casos, una rampa puede ser una buena opción, aunque a veces, por dimensiones y pendientes máximas no es posible su instalación.
Te dejamos un artículo relacionas en el que te explicamos la normativa de rampas actual.
Ancho de la puerta
Las dimensiones mínimas que debe tener una puerta para que una persona en silla de ruedas pueda pasar sin problemas son de 80 cm.
Existen mecanismos que automatizan la abertura de la puerta y así facilitan el acceso de las personas con poca movilidad.
Ancho de los pasillos
Es importante que los pasillos y puntos de giro dispongan de un espacio idóneo para que la persona en silla de ruedas pueda maniobrar sin problemas. Por ello, es recomendable que los pasillos tengan un ancho mínimo de 90 cm y que delante de puertas pueda realizarse un círculo de 120cm de diámetro.
Puntos de luz e instalación eléctrica
Se recomienda que los puntos de luz como los interruptores de luz se encuentren a una altura adecuada mínima de 40 cm para que esté al alcance de la persona discapacitada. Debemos mantener un espacio libre de cables que puedan entorpecer el paso de la persona.
Soluciones salvaescaleras y desniveles dentro del hogar
Existen distintas soluciones que permiten mejorar la accesibilidad del entorno en el caso de haber escaleras. En esos casos en el que la persona tiene movilidad reducida, el método más utilizado es la silla salvaescaleras.
Estos mecanismos ocupan muy poco espacio y son plegables, por ello permiten su instalación en cualquier tipo de escaleras aunque estas sean muy estrechas. Además, no importa si la escalera es recta o con curvas, es muy empinada o es para exterior, existen distintos modelos que se hacen a medida para cada situación.
En el caso que la persona se desplace en silla de ruedas, la mejor opción acostumbra a ser la de instalar una plataforma salvaescaleras. Se trata de una base que mediante un sistema de rieles mecanizados se desplaza por la escalera facilitando así el desplazamiento de la persona en silla de ruedas.
Otra solución utilizada sobre todo en comunidades de vecinos que no tienen la entrada adaptada, es la de instalar un elevador vertical. Estos permiten superar distancias cortas y pueden ser utilizados por cualquier persona.
Adaptación en lavabos y baños para minusválidos en casa
Es muy importante que el baño sea un lugar especialmente accesible, pues acostumbra a presentar muchos elementos de riesgo.
Se recomienda que el suelo sea de un material antideslizante tanto en seco como en mojado.
Es aconsejable contar con barras de apoyo y sujeción en la ducha o bañera, si el baño es para una persona en silla de ruedas, es mejor disponer de una ducha y con suelo rasante.
El inodoro debe contar con unas barras asideras para poder realizar el traspaso y también es importante disponer de suficiente espacio a cada lado del váter para ello.
Domótica y seguridad para personas mayores y movilidad reducida
La domótica es un conjunto de mecanismos que sirven para automatizar las distintas funciones del hogar mediante soportes tecnológicos.
Gracias a los sistemas domóticos, los distintos aparatos de la casa que están conectados una red mejoran su interacción con el usuario y permiten automatizar acciones para que el usuario no tenga que hacerlo.
Pueden ser servicios relacionados con la administración de la seguridad en el hogar, de la comunicación, la gestión eléctrica, etc.
Estas técnicas mejoran la autonomía de la persona y facilitan su desarrollo diario.
Se trata de un sistema innovador cada vez más valorado y utilizado no solo para fomentar la autonomía y seguridad de las personas con discapacidad, también para mejorar la calidad de vida de cualquier usuario.
Jardines y piscinas adaptadas para minusválidos
Si la persona con minusvalía dispone de un jardín y/o una piscina, también existen distintas soluciones que mejoran su desplazamiento y uso de las instalaciones.
Una solución muy útil para el acceso a la piscina de las personas con movilidad reducida son los elevadores para piscina. Estos pueden elevadores pueden ser fijos, funcionando con la presión de agua de red, o elevadores móviles que funcionan con baterías.
Ambos sirven para facilitar un acceso al agua y mejorar su seguridad.