El pasado fin de semana disputamos en la ciudad de Madrid el I Encuentro de Comunidades Autonómicas de Pádel. Cuatro selecciones (Madrid, Andalucía, Euskadi y C. Valenciana) competimos en silla de ruedas en este torneo, tres parejas de juego por cada selección.
El viernes llegó el gran día. Todo eran nervios, prisas y muchas ganas de jugar. Mi compañero de equipo desde hace un mes vive en Mallorca, pero su silla de juego seguía estando en Valencia. Así que lo primero que tuve que hacer, antes de iniciar mi viaje, fue preocuparme de cargar las dos sillas de juego dentro de mi coche. Con este primer paso conseguido, me puse rumbo a Madrid.
Llegamos a la capital, dónde se nos reunió a todos los deportistas en el mismo hotel. En total, 18 deportistas. Pero para nuestra sorpresa, nos encontramos que no existían suficientes habitaciones adaptadas para sillas de ruedas. El hotel me ofreció una habitación accesible pero no adaptada, lo que me supuso algún que otro problema, sobretodo en el cuarto de baño.
Una vez instalados, los participantes nos dirigimos al complejo deportivo de la Puerta de Hierro, dónde se disputaría el torneo. Realmente son unas instalaciones inmensas, con pistas de golf, tenis, rugby, fútbol... Los vestuarios están perfectamente habilitados, con cuarto de baño adaptado, pero con el inconveniente de que la silla de ducha es un pequeña y el acceso al grifo incómodo. No tuve más remedio que pedir una silla de plástico, de terraza de bar, y meterla en la ducha. De esa manera me pude duchar sin correr ningún riesgo de caída.
En resumen, las instalaciones contaban con muchos atractivos y servicios, pero no estaban del todo adaptadas, como suele ocurrir en este tipo de espacios. Competir en silla de ruedas, en estos casos, no es fácil.
El fin de semana fue muy intenso, pero con buen ambiente y buen juego. Eso sí, con ganas de llegar a casa......donde tienes todas las comodidades.