Existe un amplio abanico de soluciones pensadas para garantizar la accesibilidad al transporte: rampas, grúas, plataformas,… Uno de los más comunes son los escalones para subir al coche. Se trata de una adaptación sencilla pensada para turismos y furgonetas cuya función es facilitar el acceso de los pasajeros al interior del vehículo.
Consiste en una pequeña plataforma colocada al pie de una puerta lateral del vehículo. Esta plataforma se despliega varios centímetros de manera horizontal, ofreciendo una superficie complementaria para poder apoyar los pies durante la entrada y salida del vehículo.
Los escalones pueden accionarse de manera manual, requiriendo una segunda persona para su apertura, o automática. En éste último caso, la plataforma se abre y se cierra según la correspondiente posición de la puerta lateral, facilitando su uso. Por ello, siempre es aconsejable escoger un escalón automático ya que permitirá a los usuarios poder utilizarlos de una manera rápida y autónoma.
Por otra parte, un escalón puede ser una opción interesante para el transporte público. Es el caso de los autobuses, minibuses y taxis. Además, en el caso de los taxis, supone un opcional para diferenciar-se de la competencia. Y es que invertir en la accesibilidad del vehículo puede acabar suponiendo una ventaja económica, además de cumplir con el deber moral de garantizar un transporte apto para todas las personas.