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Espasticidad: Qué es y cómo tratarla

Espasticidad que es

La espasticidad aparece, especialmente, en personas con problemas o enfermedades neuronales. Este trastorno muscular crea rigidez extrema en la musculatura y, en casos muy graves, imposibilita realizar ciertos movimientos. Esto es todo lo que necesitas saber de la espasticidad.

¿Qué es la espasticidad y a quién les afecta?

La espasticidad es un trastorno muscular que altera al sistema nervioso central provocando un aumento del tono muscular de la persona. El tono muscular es la tensión de la musculatura, por lo que si hay un aumento considerable puede interferir mucho en los rangos de movimientos de la persona. Esto incluye dificultad para hablar, entre otras actividades cuotidianas.

El aumento del tono muscular provoca que los músculos afectados estén rígidos y, además, esto hace aumentar la posibilidad de sufrir espasmos involuntarios. En función del grado de espasticidad la afectación puede ser más o menos visible. Las personas que tienen este síntoma describen que sienten la musculatura rígida, pesada y difícil de mover.

Detectar problemas de rigidez muscular.

La espasticidad se encuentra en personas con enfermedades neuronales. Por ejemplo:

Estas enfermedades las pueden padecer personas de cualquier edad, así que la espasticidad es un trastorno que la puede tener cualquiera. Se calcula que entre el 38% y el 40% de pacientes con ictus pueden desarrollarla. Por su cuenta, del total de los pacientes de accidente cerebrovascular entre el 28-38% también lo tendrá. Y, en cuanto a personas con lesión medular, el 40%.

Finalmente, otro dato relevante, es el 60 y 90% de personas con Esclerosis Múltiple (según la Fundación Esclerosis Múltiple) que deberán combatir la espasticidad. Mientras que serán un 13% de las personas que tienen lesión cerebral traumática.

Grados de espasticidad

Espasticidad leve: la persona no nota que tiene rigidez muscular, en cambio, un terapeuta sí que puede detectar ciertos fallos en los movimientos. En estos casos, se aconseja realizar ejercicio físico que ayude a conservar la flexibilidad muscular. Es un fisioterapeuta que determinará qué rutina es adecuada.

En personas que tienen debilidad muscular, esta clase de espasticidad puede mejorar su movilidad. En estos casos el tratamiento será diferente.

Afectación moderada: la persona puede tener rigidez en los gemelos o en los cuádriceps. También se puede detectar que la posición del pie no sea la correcta o rigidez en las rodillas. Esto afecta directamente en la capacidad de andar de una persona. Un especialista explicará al paciente qué opciones tiene para mejorar estos síntomas y también le puede recomendar ayudas ortopédicas.

Espasticidad grave: un fisioterapeuta puede ver necesario incluir la movilización pasiva (con ayuda) de piernas, brazos y tronco. Con esto se previenen contracturas y deformidades en las articulaciones y malas posturas.

Ejercicios para bajar el tono muscular.

Además de estos grados, la espasticidad se puede clasificar por diferencias clínicas, si la causa es espinal o cerebral, por la etiología y por zona afectada. Para medir los grados de afectación existen métodos instrumentales como electromiografía y test del péndulo. La prueba del péndulo es totalmente visual y se observa la respuesta del músculo ante un estiramiento repentino que provoca oscilaciones entre extensión y flexión de la articulación (rodilla o codo).

Síntomas de la espasticidad

La espasticidad viene acompañada por algunos de los siguientes síntomas:

  • Tensión muscular.
  • Rigidez muscular: los hombros, brazos, muñeca o dedos de las manos están a un ángulo anormal.
  • Cansancio.
  • Espasmos musculares (pueden ser aislados, incontrolables o una serie de espasmos involuntarios.
  • Reflejos exagerados (el reflejo rotuliano y otros).
  • Contracturas.
  • Dolor de musculatura de la parte del cuerpo afectada, también se pueden notar calambres.
  • Clonus: es un movimiento repetitivo en el pie, parecido a un golpeteo constante.

Causas de la espasticidad

Como hemos comentado, la espasticidad se produce cuando hay un daño en las células nerviosas del cerebro o de la médula espinal. Este daño lo pueden provocar diversas patologías, las más típicas son las siguientes:

  • Daño cerebral por falta de oxígeno.
  • EM
  • Adrenoleucodistrofia
  • Parálisis cerebral
  • ELA
  • Enfermedad neuredegenerativa (Alzheimer o Parkinson).
  • Lesión en la médula espinal.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Fenilcetonuria

Por qué hay espasticidad

Cómo detectar la espasticidad

El especialista médico puede hacer distintas pruebas para determinar si una persona tiene espasticidad. Especialmente se rige por el historial médico del paciente ya que, como hemos comentado, hay ciertas patologías que conllevan que la persona termina padeciéndolo.

Además, pueden preguntar por la historia clínica del paciente para valorar si hay alguna causa genética. Obviamente, también se hace un examen físico para observar los movimientos musculares. Se valora qué rango de movimiento tiene y, en caso de que haya, los espasmos que pueda tener. También se interesa por las actividades que han quedado limitadas o las que hay cierta dificultad para realizar.

Tratamientos para la espasticidad

La espasticidad no se puede curar, pero sí que existen ciertos tratamientos para mejorar la movilidad y reducir el dolor que provoca la tensión en la musculatura. Estos son los distintos tratamientos que existen para este trastorno motor y mejorar la calidad de vida de la persona:

Tratar la espasticidad con ejercicios:

Existen distintos ejercicios físicos para mejorar la espasticidad del cuerpo y relajar los músculos. En función de la movilidad del paciente y donde se encuentre localizada la espasticidad se hacen unos u otros ejercicios. Una persona especialista debe guiarle para saber qué ejercicios son adecuados en cada caso. También es interesante que la persona realice terapia ocupacional.

Un especialista también puede indicar que la ayuda de férulas y ortesis puede ser una buena opción. Hay férulas posturales que sirven para prevenir deformidades y las seriadas para mejorar la extensibilidad de la musculatura espástica.

Tratamiento farmacológico para mejorar la espasticidad:

Existen medicamentos que influyen, en general, a todo el cuerpo para mejorar la rigidez muscular. También hay inyecciones específicas para el grupo muscular que presenta cierta tensión y provoca la incapacidad de realizar ciertos movimientos.

Un medicamento que evita los espasmos es el baclofeno intratecal y es para pacientes con espasticidad grave. La ventaja de este medicamento es que la forma de administración es en dosis muy bajar y se evitan efectos secundarios. Otros son tizanidina, dantroleno, pregabalina, diazepam y clonazepam.

Estos son los síntomas de la espasticidad.

Cirugía para tratar la espasticidad:

Finalmente, otro tratamiento de la espasticidad es una operación para liberar el tendón. Normalmente se hace el alargamiento de tendones o su trasposición. Esto ayudará a mejorar la tensión de la zona afectada.

También se puede operar para implantar una bomba que administra medicamentos y relajantes musculares continuamente. De hecho, el baclofeno intratecal, se suministra mediante una bomba implantada. Por esta razón es muy efectivo y permite administrar dosis muy bajas al paciente.

Este tipo de operaciones se realiza en pacientes con espasticidad muy grave y que sienten dolores muy intensos a causa del tono muscular. También se hace en pacientes que ni el tratamiento fisioterapéutico o farmacológico ha tenido efecto en ellos.

La persona profesional que determinará qué tratamiento seguir es un neurólogo y, además, habrá un fisioterapeuta que trazará rutinas de ejercicios concretos. Cada persona es un mundo así que el tratamiento puede variar en función de los síntomas y gravedad de la espasticidad. Además, estos profesionales deberán ver si la espasticidad está siendo favorable en personas que tienen debilidad muscular. Si es el caso, entonces el tratamiento puedes ser muy diferente.

* Este artículo es orientativo y en ningún caso sustituye la información que pueda proporcionarnos un profesional sanitario.

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