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Espina bífida. Diagnóstico, causas y tratamiento

Qué es la espina bífida

La espina bífida es una malformación en la espalda de un bebé durante las primeras semanas de gestación. Esta patología puede causar problemas de discapacidades físicas por lo que es muy importante seguir indicaciones médicas antes y durante el embarazo que pueden reducir el riesgo a que se desarrolle.

Qué es la espina bífida

La espina bífida (o espina bífida abierta) aparece cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman correctamente. Esto ocurre cuando el tubo neural – una estructura del embrión que acaba transformándose en el cerebro, la médula espinal y los tejidos de alrededor- tiene un defecto.

A partir de los 28 días de la concepción el tubo neuronal ya debe de estar formado y cerrado, pero los bebés que nacen con espina bífida una parte de él no se cierran correctamente por lo que provoca defectos en la médula espinal y en los huesos de la columna.

En función de la afectación de la espalda del recién nacido hay diferentes tipos de espina bífida.

Tipos de espina bífida

  • Espina bífida oculta: es de carácter leve. Produce una pequeña separación entre los huesos de la columna, pero no afecta la médula espinal. Muchas personas que tienen este problema no lo saben.
  • Meningocele: Sobresale por la espalda una bolsa llena de líquido de las estructuras que rodean la médula espinal y los nervios. No suele afectarlos directamente, pero en algunos casos puede provocar una discapacidad leve.
  • Mielomeningocele: es el tipo más grave y provoca que el canal medular esté abierto en la parte baja o media de la espalda. Esto crea un saco en la espalda donde quedan expuestos los tejidos y nervios. A consecuencia, es muy fácil que la persona tenga infecciones muy graves, parálisis, disfunción de vejiga e intestino. Este tipo de espina bífida provoca discapacidad grave.

Espina bífida en bebés.

Causas de la espina bífida

Actualmente no se sabe qué provoca la espina bífida, pero se sospecha que puede ser una combinación entre un defecto congénito y el medio ambiente. Aún así, hay formas para reducir la probabilidad que nazca un bebé con espina bífida.

Recuerda que la espina bífida se desarrolla durante las primeras semanas del embarazo, por lo tanto, si una mujer quiere quedar embaraza o ya lo está puede seguir los siguientes consejos (y siempre asesorada por una doctora o médico):

  • Tomar ácido fólico todos los días. Este ácido contiene vitamina B que ayuda a prevenir malformaciones en el cerebro y en la columna vertebral. Se recomienda tomarlo antes y en los primeros meses de embarazo. Siempre se debe estar bien asesorada por una persona especialista en ginecología.
  • En caso de estar tomando medicación, se debe asegurar que estos no son perjudiciales por el bebé.
  • La diabetes u la obesidad en la mujer puede afectar negativamente en la formación del feto, por lo que se debe de tener muy controlado.
  • Evitar saunas, jacuzzis o cualquier otra forma que puede calentar demasiado el cuerpo.
  • Se debe de tener en cuenta que el riesgo de tener un bebé con espina bífida puede ser mayor si hay hermanos que padecen de ella.
Cómo detectar la espina bífida.

Cómo saber si se tiene espina bífida. Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico para la espina bífida se puede realizar durante el embarazo o después del nacimiento.  

Pruebas que se pueden hacer durante el embarazo:

  • AFP (afafetoprotína): se hace un análisis de sangre a la madre para determinar qué cantidad de proteína producida por el bebé se ha transmitido a la madre. Esta prueba puede formar parte de otra que se llama “de triple detección” que permite encontrar defectos en el tubo neural entre otros problemas.
  • Ecografía: la doctora o médico pueden detectar posibles problemas e la columna del feto o otros motivos que pueden explicar un nivel alto de AFP.
  • Amniocentesis: se toma una muestra pequeña del líquido amniótico que rodea el bebé.

Las pruebas después del nacimiento pueden consistir en radiografías y resonancias magnéticas. La persona profesional puede considerar oportunas realizarlas si percibe en el recién nacido un hoyuelo en la espalda o una zona de piel con pelo.

Para los bebés con espina bífida que se detecte durante el periodo de gestación se puede realizar una operación prenatal si se cumplen ciertos requisitos. Esta clase de operación sirve para que la persona no tenga una discapacidad muy grave al nacer. En otros niños se realiza una operación después de nacer que va a ayudar a prevenir futuras infecciones.

En función de otras patologías que se puedan ir desarrollando a lo largo de la vida del bebé se tomaran otras medidas.

Posibles consecuencias y complicaciones de la espina bífida

La espina bífida oculta no siempre trae consecuencias y, si es el caso, son leves. En cambio, las malformaciones más severas derivan en discapacidad física. La gravedad e la discapacidad variará en función del tamaño y la ubicación del defecto en el tubo neural, si la piel cubre la parte dañada y si los nervios raquídeos sobresalen del área afectada.

Problemas asociados a la espina bífida

Las personas con espina bífida pueden tener las siguientes complicaciones a lo largo de su vida:

  • Parálisis: en muchas ocasiones los nervios de la parte inferior del cuerpo quedan dañados por lo que la musculatura de las piernas se ve afectada y también muy debilitada. También puede provocar parálisis o articulaciones muy rígidas. Algunos bebés nacen con malformaciones en cadera, rodillas o pies.
  • Complicaciones ortopédicas: espina dorsal curva, crecimiento anormal, dislocación de cadera, deformidades óseas y articulares y contracturas musculares.
  • Hidrocefalia (agua en el cerebro): cuando más arriba se encuentra la malformación de la columna más fácilmente los niños pueden desarrollar este problema. Esta patología sale a consecuencia de la mala circulación del líquido de la zona de la columna debido a la malformación.
  • Infecciones en vías urinarias y problemas intestinales: pueden verse dañados los nervios que controlan la vejiga y los esfínteres. Además, la malformación puede provocar infecciones fácilmente.
  • Alergia al látex: hay una tendencia que las personas con esta patología desarrollen este tipo de alergia, probablemente porque desde muy pequeños están en contacto con este producto durante mucho tiempo.
  • Dificultades de aprendizajes y sociales: pueden tener discapacidades en el desarrollo y aprendizaje.
  • Malformación de Chiari de tipo II: es una malformación de la columna que puede desarrollar en problemas para respirar y tragar.
  • Meningitis: algunos bebés pueden desarrollar este tipo de infección.
  • Apnea: problemas en el sueño.
  • Problemas en la piel.
  • Otros: problemas de visión y convulsiones.

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*Este artículo es orientativo y en ningún caso sustituye la información que pueda proporcionarnos un profesional sanitario.

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