El glaucoma es una enfermedad ocular crónica que puede causar daño irreversible en el nervio óptico y la pérdida de la visión si no se trata a tiempo. Afortunadamente, hay varias opciones de tratamiento disponibles, entre ellas la operación de glaucoma.
Esta intervención quirúrgica puede ser una opción para pacientes con glaucoma que no logran controlar la presión ocular con medicamentos o tratamientos láser. En este artículo, exploraremos en qué consiste la cirugía de glaucoma, los tipos de cirugía disponibles y lo que se puede esperar durante la recuperación.
¿Qué es un glaucoma?
El glaucoma o la tensión ocular es una enfermedad ocular crónica que afecta el nervio óptico y puede llevar a la pérdida irreversible de la visión. El nervio óptico es responsable de llevar las señales visuales desde la retina hasta el cerebro, donde se procesan para crear la imagen que vemos.
El glaucoma se produce cuando la presión en el interior del globo ocular aumenta demasiado y daña las fibras nerviosas del nervio óptico. Esta presión excesiva generalmente se debe a un problema en el flujo del líquido (humor acuoso) intraocular que se produce en el ojo. Si no se trata, el glaucoma puede llevar a la ceguera total en el ojo afectado.
Los síntomas del glaucoma pueden variar, dependiendo del tipo de glaucoma y de la etapa de la enfermedad. En muchos casos, el glaucoma no presenta síntomas evidentes en sus primeras etapas, por lo que es importante que las personas mayores de 40 años se sometan a exámenes oculares regulares para detectar la enfermedad. Es así porque un factor de riesgo es la edad.

El tratamiento del glaucoma puede implicar el uso de gotas para los ojos, medicamentos orales, láser o incluso cirugía. El objetivo principal del tratamiento es reducir la presión intraocular y prevenir la pérdida de visión.
Tipos de glaucoma:
- Glaucoma de ángulo abierto
- Glaucoma de ángulo cerrado, también llamado glaucoma de cierre angular
- Glaucoma congénito
- Glaucoma secundario
En que consiste la trabeculectomía
La trabeculectomía es un tipo de cirugía ocular que se utiliza para tratar el glaucoma. Esta cirugía se realiza para mejorar el drenaje del líquido intraocular y reducir la presión ocular, lo que ayuda a prevenir la progresión del glaucoma y proteger la visión.
Esta intervención quirúrgica suele durar unos 30 minutos y puede realizarse con anestesia tópica. Consigue disminuir la presión en el ojo, pero no puede revertir la pérdida de la visión que ya se haya producido.
Durante la trabeculectomía, se crea una pequeña incisión en el ojo para permitir que se drene el líquido intraocular. Luego se realiza una pequeña abertura en la esclerótica, la capa blanca del ojo, para crear un nuevo canal de drenaje. Se crea una pequeña "bolsa" en el espacio subconjuntival, la membrana transparente que cubre el ojo, que se utilizará para almacenar el líquido extraído del ojo.
Una vez que se ha creado este nuevo canal de drenaje, se coloca una solapa de tejido sobre él para controlar la cantidad de líquido que fluye hacia afuera del ojo. Esta solapa también ayuda a evitar la entrada de bacterias en el ojo.

Después de la cirugía, es posible que se necesite usar gotas para los ojos y tomar medicamentos para prevenir infecciones y reducir la inflamación. También es importante programar citas regulares con un oftalmólogo para monitorear la presión intraocular y la recuperación después de la cirugía.
¿Qué cirugías hay para tratar el glaucoma?
Existen más técnicas quirúrgicas que sirven para tratar el glaucoma, algunas de ellas son:
- Cirugía de válvula de drenaje: Esta cirugía implica la colocación de una pequeña válvula en el ojo para permitir que el líquido intraocular drene de manera efectiva y reduzca la presión intraocular.
- Cirugía con láser: Hay diferentes tipos de cirugía con láser para tratar el glaucoma. Por ejemplo, la trabeculoplastia con láser ayuda a mejorar el drenaje del líquido intraocular al aumentar la apertura de los canales de drenaje.
- Cirugía con implante: En esta cirugía se inserta un pequeño dispositivo en el ojo para ayudar a drenar el líquido intraocular y reducir la presión ocular.
- Cirugía de ciclofotocoagulación o de cirugía de glaucoma mínimamente invasiva: Esta cirugía utiliza un láser para destruir parte del tejido del ojo que produce líquido intraocular.
Es importante tener en cuenta que cada cirugía tiene sus propias ventajas y desventajas, y no todas son adecuadas para todos los pacientes con glaucoma. Por lo tanto, es importante discutir con un oftalmólogo las diferentes opciones de tratamiento para el glaucoma y determinar cuál es la mejor opción para cada paciente.
Qué recuperación hay después de una cirugía de glaucoma
La recuperación después de una cirugía de glaucoma puede variar según el tipo de cirugía realizada y las características individuales de cada paciente. En general, después de la cirugía, es normal sentir algo de dolor, enrojecimiento y sensibilidad en el ojo operado. Además, es posible que la visión sea borrosa o distorsionada temporalmente.
Durante los primeros días después de la cirugía, es importante seguir las instrucciones del oftalmólogo en cuanto al cuidado del ojo operado, como evitar frotarse el ojo, usar gotas para los ojos, aplicar compresas frías y mantener la cabeza elevada al dormir. Es posible que se necesite tomar medicamentos para controlar el dolor, prevenir la inflamación y reducir la presión intraocular.

Es común que el oftalmólogo programe citas de seguimiento en las semanas y meses posteriores a la cirugía para evaluar la presión intraocular y la recuperación del ojo operado.
En general, se espera que los pacientes se sientan lo suficientemente bien para regresar a sus actividades normales después de algunos días o semanas después de la cirugía, dependiendo de la gravedad del glaucoma y la complejidad de la cirugía.
Qué efectos secundarios pueden aparecer después de la operación
Como cualquier procedimiento quirúrgico, una cirugía de glaucoma conlleva ciertos riesgos y posibles efectos secundarios. Algunos de los efectos secundarios que pueden aparecer después de la operación incluyen:
- Inflamación y enrojecimiento del ojo: Estos son efectos secundarios comunes después de la cirugía de glaucoma y pueden ser tratados con gotas para los ojos y medicamentos.
- Visión borrosa o disminución de la agudeza visual: La visión puede verse afectada temporalmente después de la cirugía, pero en la mayoría de los casos se recupera con el tiempo.
- Hemorragia: Es normal tener una pequeña cantidad de sangrado después de la cirugía, pero si hay una cantidad excesiva, debe informarse al oftalmólogo inmediatamente.
- Infección: Aunque es raro, puede ocurrir una infección en el ojo después de la cirugía. Los signos de una posible infección incluyen dolor severo, enrojecimiento, secreción y fiebre.
- Presión intraocular baja: En algunos casos, la cirugía puede reducir la presión intraocular en exceso, lo que puede afectar la visión y requerir ajustes en el tratamiento.
Si se presentan efectos secundarios inesperados o preocupantes, es importante contactar al oftalmólogo de inmediato. Con el cuidado adecuado y un seguimiento regular, la mayoría de los pacientes pueden recuperarse completamente de la cirugía de glaucoma sin complicaciones significativas.