1. Imagínate lanzando una pelota de balocesto a un aro de 45 cm. situado a 3,05 metros de altura. ¿Acertarías a la primera? Quizás sí.
2. Ahora imagínate hacer lo mismo pero sentado en una silla. La cosa se pone difícil,¿verdad?.
3. Súmale que juegas contra cinco rivales que vienen directamente hacia ti. ¿Serías capaz de marcar un solo punto?
Eso es más o menos el baloncesto en silla de ruedas: un deporta nada fácil que requiere de mucho entrenamiento, dedicación y sobretodo esfuerzo.
La verdad es que no existen grandes diferencias respecto el baloncesto convencional. La cancha es la misma que la internacional (no es más corta). Asimismo, la medida del aro y la altura de éste también es idéntica. Que nadie crea que el aro lo ponen más bajito para que los jugadores lleguen mejor.
De igual forma, los partidos también se dividen en 4 cuartos de 10 minutos cada uno, y en cada partido juegan 12 personas por equipo, cada uno con 5 jugadores en pista.
La gran diferencia viene del grado de discapacidad de cada jugador. Según sea éste, la puntuación por acierto puede variar de 1 a 4,5 puntos. ¿Lo sabías?
Además, en el reglamento encontramos cambios adaptados a la lógica de juego en silla de ruedas, por ejemplo, en lugar de “hacer pasos”, aquí la falta viene producida por dar tres impulsos sin votar la pelota.
Interesante, ¿verdad?
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