Los usuarios del Centro Ocupacional para enfermos de parálisis cerebral, "La Muntanyeta", se subieron a una avioneta del Aeroclub de Reus para observar la provincia desde el aire.
El reflejo de la ilusión y la diversión tuvo ayer nombre propio, el de los usuarios del Centro Ocupacional para enfermos de parálisis cerebral "La Muntanyeta". Diana, Arnau y Manolo disfrutaron en primera persona de la experiencia de volar en avioneta desde el Aeroclub de Reus. Una iniciativa que, mientras algunos habían probado el año anterior, para otros fue la primera vez que dejaban de tocar el suelo de la provincia durante poco más de media hora.
Según Manel Maigí, monitor ocupacional del centro, «en total nueve alumnos vivirán esta experiencia durante tres días», explica. El martes fueron cuatro los alumnos que se subieron a la avioneta, ayer tres y la semana próxima les llegará el turno a dos de sus compañeros. Aún así, hay quienes que, por sus condiciones físicas o por la dificultad de adaptación, tienen que quedarse en tierra.
A pesar de tratarse del segundo año que se hacía la actividad, el desasosiego y alegría fueron nuevamente los dos sentimientos que se cuajaban en el ambiente minutos antes de ir a ver de cerca la avioneta que les transportaría al cielo.
Pilotos por un día
«Tengo muchas ganas de volar e incluso me gustaría coger el mando de la avioneta», explicaba Diana, mientras que una de las monitoras, Ariadna, se mostraba atónita ante la idea de que les dejaran tomar en mando en pleno vuelo. En manos del piloto, Aneko, quedó finalmente la decisión. Según el mismo, y antes de ‘coger el vuelo’, «en función de su estado de ánimo les dejamos pilotar por un momento».
El recorrido en avioneta sirvió para atravesar y divisar la Platja Llarga de Tarragona y el centro de la ciudad. Cuando Arnau supo que podría ver desde el aire la Plaça de la Font, una expresión de felicidad irradió su rostro. Según Manel Maigí, «el año pasado Arnau no dejó de pedirle al piloto que subiera y bajara con más intensidad. Le va la marcha, a él y a todos».
Él mismo fue el primero en subirse al aeroplano, C172 Superhawk y el primero en protagonizar el vídeo casero que después se entrega a sus padres para que tengan un recuerdo de la experiencia. En esta ocasión fueron el propio Manel e Isabel, fisioterapeuta, quienes acompañaron a Arnau durante el vuelo. «Con experiencias como esta nunca tienen suficiente», afirmaba Isabel.
Diversión garantizada
Pero más allá de esta experiencia de altos vuelos, año tras año el Centre Ocupacional para enfermos de parálisis cerebral La Muntanyeta se esfuerza por consolidar un calendario de actividades en los que los usuarios pueden desarrollarse a nivel persona, social y colectivo.
Actividades en la piscina de La Selva del Camp o ejercicios de psicomotricidad son un ejemplo de los proyectos que se fraguan en la entidad. «Incluso tenemos nuestro propio grupo de teatro y hemos viajado a ciudades como Madrid o Sevilla para exhibir nuestras representaciones», explica Manel Maigí.
Además también preparan unas colonias anuales. En esta ocasión fue una visita a Xerta el lugar escogido, donde «hicimos un ‘mini-crucero’ con barca y también recorrimos un tramo de la Via Verda», explica Manel.
El resto de monitores comparten que «todavía es complicado encontrar actividades que dispongan de las adaptaciones necesarias para que los usuarios de la Muntanyeta puedan participar». Manel Maigí señala que «es el sector de los medios de transporte el que representa mayores dificultades», aclara. Desde el centro no se rinden y año tras año preparan más salidas y divertidas excursiones. «Esperamos poder repetir esta experiencia de nuevo», explica el monitor ocupacional del centro.