solicitar presupuesto
right-chevron-white

Blog

información al día

Parálisis cerebral: Qué es y qué tipos hay

Parálisis cerebral

Según ASPACE (la asociación de parálisis cerebral) dice que la parálisis cerebral es la causa más frecuente de discapacidad motriz en niños. De hecho, hay 120.000 personas en España con esta condición que no tiene cura. ¿Qué la causa? ¿Cómo podemos tratar los síntomas? Esto es lo que se sabe, hasta ahora, de este trastorno.

¿Qué es la parálisis cerebral?

La parálisis cerebral es un grupo de trastornos del desarrollo psicomotor que causan limitación de la actividad de la persona y se atribuye en problemas de formación del cerebro durante las semanas de gestación o después del nacimiento. Los problemas de psicomotricidad se acompañan con problemas sensitivos, cognitivos, de comunicación, percepción y, en ocasiones, de comportamiento.

Por lo tanto, un conjunto de trastornos causa la parálisis cerebral que repercute en un desarrollo anormal del cerebro.

Los síntomas varían de una persona a otra, algunas pueden llegar a caminar con ayuda y otras, en cambio, no pueden y, además, necesitan cuidados durante toda su vida. La parálisis no empeora con el tiempo, pero lo síntomas pueden variar con el tiempo y a lo largo de la vida del niño.

Muchas personas con parálisis cerebral tienen discapacidad intelectual, convulsiones, problemas de vista o el oído, cambios en la columna vertebral o problemas en las articulaciones. Por lo tanto, muchas utilizan silla de ruedas para desplazarse.

Tipos de parálisis cerebral

Existen cuatro tipos de parálisis cerebral en función de las áreas afectadas del cerebro. Los trastornos de movimiento más habituales son: rigidez muscular (espasticidad), movimientos involuntarios (discinesia), falta de equilibrio y de coordinación (ataxia).

Parálisis cerebral espástica

Es la más común y se detecta en el 80% de personas con parálisis. Estas personas tienen más tono muscular, algo que se traduce en más rigidez en los músculos y, por lo tanto, tienen problemas de movilidad. Se diferencia 3 tipos en función de la parte del cuerpo afectada:

  • Displejia y diaparesia espástica: la rigidez muscular se presenta especialmente en las piernas, en cambio, los brazos normalmente no se ven afectos y, si lo están, es con menor gradación. Estas personas pueden llegar a tener problemas para caminar porque la rigidez afecta a los músculos de la cadera y provoca que las piernas se junten, se giren adentro y se crucen a la altura de las rodillas (conocido como marcha de tijeras).
  • Hemiplejia y hemiparesia espástica: afecta un solo lado del cuerpo, normalmente más el brazo que la pierna.
  • Cuadriplejia y cuadriparesia espástica: es del tipo más grave y afecta a las cuatro extremidades, torso y cara. Estas personas, generalmente, no puede caminar y suelen tener también discapacidad intelectual, convulsiones, problemas de visión, oído o del habla.

Parálisis cerebral discinética

En este tipo de parálisis también se incluye la de atetoide, coreoatetoide y distónica. Las personas con este tipo de parálisis no pueden controlar los movimientos de manos, pies, brazos y piernas, así que tienen dificultades para estar sentadas y caminar.

Los movimientos pueden ser lentos, contorsionantes o rápidos y espasmódicos. En algunos casos afectan a la cara, así que se pueden desarrollar problemas para tragar, succionar y hablar. El tono muscular puede variar en un solo día y estar de muy rígido a muy laxo.

Parálisis cerebral atáxica

Estas personas tienen problemas de equilibrio y coordinación, así que es muy probable que no tengan mucha estabilidad para andar. Tampoco tienen demasiada habilidad para hacer movimientos rápidos y que necesiten mucho control, por ejemplo, escribir puede ser todo un reto.

Problemas en el desarrollo del cerebro

Parálisis cerebral mixta

Algunos pacientes pueden presentar más de un tipo de parálisis cerebral, la combinación más recurrente es parálisis cerebral espástica – discinética.

Probabilidades de sufrir una parálisis cerebral

Existen ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener parálisis cerebral. Estas son algunas situaciones que pueden provocar parálisis cerebral, aunque no se puede saber la causa de la parálisis en la mayoría de los casos:

  • Pesar menos de 2,5 quilos al nacer.
  • Nacimiento prematuro: nacer antes de la semana 37 y, sobre todo, antes de las 32 semanas.
  • Parto múltiple.
  • Infecciones durante el embarazo que afectan al cerebro en desarrollo: las proteínas llamadas citocinas producidas por la infección producen inflamación que llega al bebé a través de la sangre. También puede aparecer inflamación si la madre tiene fiebre durante el embarazo o durante el parto.

Signos que pueden indicar una parálisis cerebral

El principal signo que alguna cosa no está bien en el niño es cuando muestra retrasos para alcanzar indicadores de desarrollo motores o del movimiento. A continuación, explicamos otros signos en función de la edad del menor, aunque también se debe de tener en cuenta que algunos niños pueden presentar algunos y no quiere decir que tenga parálisis cerebral.

Bebés de hasta 6 meses de edad

  • La cabeza cuelga hacia atrás al levantarlos.
  • Parece tener el cuerpo rígido
  • El cuerpo parece flácido.
  • Al tenerlos acunados en los brazos, la espalda y el cuello están estirados como si quisieran alejarse de ti.
  • Piernas rígidas y cruzadas cuando los levantas.

Bebé de más de 6 meses

  • No son capaces de voltearse.
  • No pueden juntar las manos.
  • Se percibe dificultad para que puedan ponerse las manos a la boca.
  • Solo utilizan una mano para agarrar cosas.

Bebés a partir de los 10 meses

  • Gatean usando una sola pierna o brazo y arrastran las otras extremidades.
  • Se desplazan dando saltitos cuando están sentados o de rodillas.

Diagnóstico de la parálisis cerebral y síntomas

Es importante conocer el diagnóstico como más pronto mejor para mejorar la calidad de vida de niños con parálisis cerebral y de las familias. Para el diagnóstico se siguen diferentes pasos.

Primero hay un monitoreo del desarrollo en el que se hace un seguimiento del desarrollo del crecimiento y el desarrollo del niño a lo largo del tiempo. Si surge algún comportamiento extraño o retrasos motores. En el caso que el niño no se desarrolle siguiendo los patrones generales, entonces el pediatra puede recomendar hacer un seguimiento más exhaustivo o pruebas para descartar patologías.

Movilidad reducida

Además, se hacen pruebas de desarrollo que sirven para el monitoreo del desarrollo para observar el crecimiento del niño a lo largo del tiempo. En caso de que haya alguna alteración, entonces se debe hacer pruebas más exhaustivas para descartar o confirmar alguna patología.

El objetivo es poder diagnosticar y detectar a tiempo enfermedades o problemas genéticos a una edad temprana para poder actuar a tiempo y buscar el apoyo para afrontar el daño cerebral que hay. Estos seguimientos se hacen desde el nacimiento hasta los 5 años.

Prevención de la parálisis cerebral

Los factores genéticos que causan parálisis cerebral no se pueden prevenir, pero sí que podemos evitar los factores de riesgo que la pueden provocar. Un buen ejemplo es vacunar a las embarazadas para evitar infecciones graves que pueden tener los bebés al nacer. Otro ejemplo muy común son las sillitas para el coche para los pequeños ya que, en caso de accidente, pueden evitar lesiones cerebrales a causa de contusiones.

Tratamiento de la parálisis cerebral

Como hemos comentado, el tratamiento de la parálisis cerebral no puede curarla, pero sí puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares. Esto incluye cirugías, medicación, aparatos de movilidad asistida, así como terapia física, terapia ocupacional, recreativa y del habla. Además de una atención médica adecuada a las necesidades.

* Este artículo es orientativo y en ningún caso sustituye la información que pueda proporcionarnos un profesional sanitario.

valida-logotipo

Valida Solutions S.L.U.

Copyright @2023

menu