¿Tienes dolor de espalda? Si el dolor está entre las cervicales y las lumbares, entonces tienes dorsalgia. Te explicamos porqué aparece este tipo de color, qué lo causa y qué tratamientos existen. Aprende a evitarlo y a prevenirlo fácilmente.
Qué es la dorsalgia
La dorsalgia es un dolor localizado en la espalda entre los omoplatos, especialmente entre la zona cervical y lumbar. En concreto, este dolor se encuentra en la región dorsal de la espalda, es decir, la zona compuesta por las vértebras que empiezan a partir de la última vértebra cervical C7 y formada por doce vértebras dorsales o torácicas (T1-T12).
La dorsalgia es un dolor que está causado por la combinación de distintas causas que afectan la columna dorsal. Este dolor afecta a casi la mitad de la población adulta en algún momento de su vida. Normalmente, la persona suele tener dolor en la zona superior de la espalda, entre los omóplatos, la parte superior de la zona dorsal.
Existen dos tipos de dorsalgia: la rígida y la flexible. La dorsalgia rígida suele aparecer en personas mayores con artrosis, mientras que la flexible en espaldas con poca curvatura o con insuficiencia ligamento-musculares. En ocasiones, si no se trata a tiempo y se deja pasar, hay personas que crean dorsalgia crónica.
Algunas de las causas de la dorsalgia son:
- Problema estático adquirido: problemas respiratorios, cifosis del adolescente o escoliosis.
- Hernia de disco / hernias discales o artrosis.
- Enfermedades autoinmunes: ataca los huesos y musculatura de la columna vertebral.
- Fracturas vertebrales.
- Esfuerzo muy intenso, caídas o golpes.
- Alteración muscular o problema de ligamento-musculares.
- Sobrepeso o vida demasiada sedentaria.
- También puede aparecer al estar con una mala postura durante mucho tiempo, tos repetitiva, giros bruscos o tener frío durante un periodo de tiempo largo.
- El estrés y la somatización es un motivo de dorsalgia ya que la musculatura afectada está anatómica y fisiológicamente afectada con el sistema autónoma vegetativo, cosa que la hace susceptible a influencias emocionales.
¿Qué es la columna dorsal?
Como hemos comentado, la columna dorsal es la parte de la columna entre las cervicales y la región lumbar. Las vértebras que la forman empiezan después de la vértebra cervical C7 y está comprendida por doce vértebras dorsales o torácicas.

Esta parte de la columna también es la parte diseñada para proteger a los órganos vitales como el corazón y los pulmones. También debe proteger a las vísceras. Es por esta razón que las vértebras de la zona tienen poca movilidad.
En el conjunto de vértebras, los torácicas son las más fuertes que las cervicales y se hacen más fuertes y estables como más abajo están. Esto se explica porque deben resistir a la carga corporal.
En la región dorsal también encontramos distintos músculos que son, normalmente, los causantes de provocar dorsalgia porque son más propensos a sufrir contracturas musculares por sobrecarga. Los músculos de la zona dorsal que más se lesionan son: el trapecio, elevadora de la escápula, romboides menor y mayor y músculos espinales dorsales.
Síntomas de la dorsalgia
El síntoma que suele tener las personas que sufren de dorsalgia es dolor localizado en la espalda, normalmente entre los omóplatos. Puede ser un dolor agudo, constante y difuso en la zona o bien un dolor muy agudo que irradia desde una costilla. En este último caso puede dificultar la respiración o el movimiento y se suele catalogar como dorsalgia mecánica.
Por otro lado, hay personas que el dolor le suele aparecer con más fuerza durante las últimas horas del día y, normalmente, si se presiona la zona, el paciente suele sentir alivio. En estos casos, se llama dorsalgia inflamatoria. No es bueno alargar la aparición de estos síntomas ya que en ocasiones el dolor puede estar provocado por otras patologías que se deben de tratar, por ejemplo, una neumonía. Por lo tanto, es importante acudir a un especialista para que pueda valorar tu caso.
La dorsalgia puede considerarse crónica cuando una persona lleva más de 3 meses con dolores y estos no desaparecen.

Tratamientos para la dorsalgia
Cuando una persona médica detecta que el paciente tiene dolores por dorsalgia suele recetar antinflamatorios para aliviar el dolor. Aún así, esto no es suficiente para curar esta patología, también será necesario horas de rehabilitación o fisioterapia para tratar el dolor desde su origen y solucionar le problema de raíz.
Normalmente, si el origen de la dorsalgia son problemas musculares, el fisioterapeuta es el especialista encargado de solucionar los dolores. Normalmente realizan masajes descontracturantes, estiramientos, localización de puntos de gatillo para tratarlo con la punción seca, terapia miofascial, aplicación de calor para relajar la musculatura. También puede ser interesante la práctica de la osteopatía.
Finalmente, todos los pacientes deberán recordar que es importante ser conscientes de la postura que tenemos y debemos mejorarla para no tener la espalda encorvada. De esta forma podemos evitar nuevos episodios por dorsalgia.
Cómo saber si tengo dorsalgia
Si tienes dolor de espalda, entre la zona cervical y la lumbar, y ya hace días que sientes esta molestia puedes ir a un fisioterapeuta para que pueda ayudarte con el diagnóstico. Este especialista clínico muscular hará una exploración física para poder valorar el estado de la columna vertebral, la musculatura, los huesos y la movilidad de la zona. Con esta exploración puede encontrar la contractura y trabajar en ella para relajar la musculatura y terminar con los dolores.

El fisioterapeuta puede que recomiende hacer una radiografía si cree que puede haber una deformidad en los huesos que creen estos dolores. Si hay un problema congénito, entonces se debe de solucionar el problema que está provocando la dorsalgia.
Impedimentos físicos en el hogar en personas con dorsalgia
Si tienes dorsalgia y quieres evitar el dolor dorsal, debes dejar de hacer ciertos movimientos y esfuerzos con la espalda para poder recuperarte como más pronto mejor. Te damos algunos consejos interesantes:
- Hacer reeducación postural.
- Reeducación respiratoria.
- Mejorar la musculatura y tonificación del cuerpo: esto sirve para mejorar la postura y poder controlar más el cuerpo.
- Estiramientos.
Además, estos consejos pueden servirte para prevenir la dorsalgia:
- Evitar el zapato de tacón.
- Hacer ejercicio físico.
- Evitar estar en la misma postura mucho tiempo.
- Hacer estiramientos.
- Asegurarse que tienes un colchón en buen estado.
- Si tienes problemas de espalda a menudo, visita tu fisioterapeuta de forma regular. Un masaje descontracturante a tiempo puede ahorrarte mucho dolor.
* Este artículo es orientativo y en ningún caso sustituye la información que pueda proporcionarnos un profesional sanitario.