Romy, después de ver participar a su hijo Guillem en la carrera adaptada del Gótic, quería que aquello se repitiera en Vic. Soltó la pregunta en Twitter “¿y si lo hacemos en Vic?” que empezó a mover una rueda donde se apuntaron Adfo, el Ayuntamiento de Vic, el Consejo Deportivo de Osona y asociaciones y entidades del tercer sector de la zona para hacer posible este acontecimiento.
De esto hace casi un año y ahora ya están preparando la segunda carrera adaptada. Este estilo de carreras las puso en marcha Noemí Font, una madre que, como Romy, quiere que su hija pueda hacer lo mismo que los otros niños. Las carreras han servido para crear comunidad y hacer posible lo que antes no lo parecía: que niños y niñas con discapacidad puedan participar en una carrera.
¿Por qué son tan importantes las carreras adaptadas?
Por un lado, estas carreras sirven para motivar a los niños. A todos los niños les gusta participar en algo y, además, poder lograr el reto que se les propone. Con las carreras adaptadas, niños como Guillem, que tiene síndrome de Angelman, pueden ir a la carrera, la empiezan y la acaban. Son retos adaptados para ellos y por tanto pueden asumirlos.
Los niños con discapacidad a menudo no pueden participar en las carreras y competiciones deportivas habituales porque los retos son inalcanzables para ellos. Además, no están adaptadas o no disponen de los medios necesarios para que ellos puedan participar.
En cambio, con las carreras adaptadas pueden participar en un acontecimiento que empieza y acaba y, además, logran los objetivos que se proponen. Algunos, incluso, también han conseguido batir su propio récord puesto que ha habido tantas carreras adaptadas en todo Cataluña, que muchos de los participantes han podido mejorar sus marcas.
Por otro lado, estas carreras son muy importantes para familiares y conocidos, porque pueden ver el gran potencial de estos niños y niñas, siendo protagonistas en un acontecimiento deportivo. Por experiencia propia, poder verlo te llena de orgullo.
Además, para la gente que pasa por donde se hace la carrera y se para a mirar, sirve para visualizar a estos niños participando en un evento infantil. Antes no se les veía porque nadie había pensado en adaptar los eventos infantiles, en cambio ahora sí que les podemos encontrar.
Tenemos que continuar rompiendo el círculo maligno: no hay niños con discapacidad en los eventos deportivos porque no hay adaptaciones, por lo tanto, no se ven y la gente se piensa que estos niños no existen o bien que no son capaces de hacer actividades de este estilo y no se tienen en cuenta cuando se organizan nuevas actividades.
Con las carreras han demostrado que pueden hacer muchas cosas si tienen las herramientas adecuadas. Si todos los acontecimientos deportivos, culturales o de ocio tuvieran en cuenta las adaptaciones para estos niños, entonces más gente sería consciente de su potencial.
¿Nos podrías explicar un poco qué modalidades podemos encontrar en las carreras adaptadas?
Se han hecho muchas carreras en todo el territorio y cada una se ha organizado un poco diferente. Lo más importante es que el niño tenga la ayuda que necesita. Así la gente puede ver que cada uno de ellos utiliza un apoyo diferente, pero que pueden llegar a cumplir el mismo objetivo. Puede ser que, algunos hagan la carrera de 10 y otros la de 50 metros. De hecho, si lo piensas bien, no todo el mundo es capaz de hacer un maratón.
Muchos niños han participado en diferentes carreras durante todo el año, los hay que en una carrera participaron con un apoyo y en la siguiente decidieron cambiarlo. Las carreras han servido para que cada niño pueda evolucionar a su ritmo y probar una experiencia nueva.
¿En casa ya habéis empezado los entrenamientos por la próxima carrera de Vic?
Sí, claro, los hermanos de Guillem le ayudan, le dicen “carrera, carrera” y empieza a correr. De hecho, antes de las carreras Guillem solo andaba, ahora ya empieza a correr y solo necesita un poco de guía por el tema de dirección porque le gusta ir a saludar al público y se desvía de la meta. Está muy motivado, contento y quiere llegar al final porque le encanta que lo feliciten.
Fuiste tú quién propuso hacer la primera carrera adaptada de Vic. ¿Cómo conseguiste apoyo?
Después de vivir la experiencia de la Carrera del Gòtic tiré en las redes sociales la pregunta “¿y si lo hacemos en Vic?” y finalmente esto se convirtió en “lo haremos en Vic”. También envié cartas a todo el mundo para conseguir apoyo y recibí muy buena respuesta por parte de todos.
Desde ADFO se pusieron en contacto conmigo, y también el Consejo Deportivo de Osona y el Ayuntamiento, todos ellos con la intensión de organizarse y poner en marcha toda esta movida.
Aparte de toda la gente de Vic, también es importante agradecer a la gente del Gòtic, puesto que nos ayudaron mucho y de ellos aprendimos como teníamos que organizarnos y con quién teníamos que hablar para llevar todo esto adelante. Nos compartieron mucha información que fue muy importante para que todo saliera bien.
¿Qué recibimiento tuvo la propuesta de la carrera por parte de las familias?
Hubo gente que enseguida se apuntó, porque hicimos difusión desde las escuelas. En cambio, otras familias que no habían participado en la Carrera del Gòtic o del Eixample, se les hacía un poco extraño pensar que su hijo sería el protagonista de un acontecimiento como este. Hasta que no vieron imágenes de las carreras que ya se habían celebrado no se animaron a apuntarse.
Al final, la experiencia fue muy positiva porque todos los familiares, amigos y gente que pasaban por la calle animaban a los atletas y esto los hacía sentir muy bien.
Además, la carrera se hizo en un lugar público con mucha afluencia de gente, muchas personas se quedaban mirando y preguntaban qué pasaba. Muchas preguntaron si podían hacer de voluntarios en la siguiente ocasión. Además, días después, algunas personas nos pararon por la calle porque nos reconocían de la carrera y es muy bonito que te conozcan por eso y no porque Guillem tiene una dificultad.
¿Se prevén novedades respecto a la anterior carrera?
El principal cambio es que para esta segunda edición tanto el Ayuntamiento como instituciones se han puesto a organizar el acontecimiento sin que nadie lo haya pedido. Lo han incorporado dentro del calendario de actividades deportivas.
Respecto al año anterior, han procurado mejorar aspectos relacionados con la accesibilidad cognitiva.
¿Cuál es la respuesta de las familias?
Al principio, algunas, eran reticentes a esta idea. A medida que se han celebrado en otras poblaciones, la gente se ha animado a participar y ha resultado ser una experiencia muy bonita.
¿En cuántas carreras ha participado tu hijo en toda Cataluña?
¡Ya llevamos 10 o 12! Hemos participado en muchas, pero no en todas porque algunas se solapaban. Para Guillem ha sido una motivación. A él le encanta que le feliciten y le aplaudan, así que se esfuerza al máximo para llegar a la meta.
Noemí Font ha propuesto organizar una “super fiesta del deporte infantil adaptado”, ¿como ves esta idea?
Me parece una idea genial y colaboraremos con todo lo que podamos. Me parece muy importante poder tirar adelante este proyecto para incluir más deportes a parte de las carreras. Con las adaptaciones adecuadas los niños y niñas que participen podrán practicar más deportes. Este acontecimiento servirá para que los niños y padres descubran diferentes modalidades que, quizás, todavía no conocían.
Esta fiesta del deporte puede servir para ver qué opciones existen y, para la gente que le interesa, ver como se organizan para poder hacer lo mismo en su pueblo o ciudad.
Cómo otras madres y padres estás luchando para conseguir que se cumpla el Decreto de escuela Inclusiva, ¿con qué dificultades os encontráis actualmente?
El decreto no se está aplicando porque no hay los recursos para hacerlo. Es todo papel mojado y los recursos dependen en cierta medida del personal con quien te encuentras y la voluntad que pongan para que las cosas funcionen.
Actualmente, Guillem dispone de todos los recursos que necesita, pero no siempre ha estado así y hemos tenido que batallar.
He visto que en Twitter defiendes la comunicación no verbal i hablas mucho del sistema AAC. ¿Podrías explicarnos en qué consiste y qué ofrece a los usuarios que lo utilizan?
La Comunicación Aumentativa y Alternativa ayuda a comunicarse a las personas que no pueden hablar. Guillem utiliza una tableta digital con un programa donde puede construir frases como “tengo hambre” y lo reproduce en sonido. Esto es su voz.
Él se comunica de manera muy diferente y hay que tenerlo en cuenta, por ejemplo, necesita más tiempo para poder comunicar la idea que tiene en mente. Tenemos que entender que los niños que no hablan tienen cosas que decir y, sin darnos cuenta, nos saltamos su opinión y preguntamos directamente al cuidador. A Guillem, si le das tiempo, muchas veces puede contestar.
La gente tiene que saber que las personas que no pueden hablar no significa que no tengan cosas para decir. Sí que pueden decir cosas si tienen las herramientas adecuadas.