¿Qué tipos de barreras arquitectónicas existen?
Las barreras arquitectónicas son aquellos elementos que obstaculizan la inclusión de determinados colectivos con el resto de la sociedad.
Conseguir un entorno libre de barreras permite mejorar las relaciones sociales y la calidad de vida de las personas además de proporcionar una mayor autonomía y seguridad.
Normalmente, los colectivos más afectados por esta problemática son las personas de avanzada edad, con discapacidad o con movilidad reducida.
En este sentido, es muy importante dar a conocer los distintos tipos de barreras arquitectónicas que podemos encontrar con el fin de lograr una accesibilidad real y, de este modo, evitar que las personas padezcan aislamiento o exclusión social.
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Barreras urbanísticas:
Estas barreras se localizan en espacios y vías públicas. En las zonas urbanísticas, podemos encontrar impedimentos como:
- Calles demasiado estrechas para el paso de personas en silla de ruedas.
- Calles con desniveles con pendiente demasiado pronunciada para personas en silla de ruedas.
- Escaleras sin adaptación o bordillos sin una pequeña rampa que permita el paso entre la acera y la calzada.
- Rampas con una pendiente superior al límite permitido o sin una anchura mínima de paso. Para ello, te dejamos un artículo donde te explicamos la normativa actual de las rampas.
- Obstáculos en medio de la acera como señales, semáforos, farolas, etc. estrechando el desplazamiento normal de las personas.
- Pavimentos discontinuos o con hundimientos.
- Ausencia de espacios reservados para el aparcamiento de las personas con movilidad reducida.
Barreras en los edificios:
En este caso, te mostramos los distintos factores que impiden a una persona en silla de ruedas o con movilidad reducida un desplazamiento autónomo y seguro en edificios públicos o privados:
- Acceso principal con escaleras o pendientes demasiado pronunciadas.
- Puertas con un ancho mínimo a 80cm o giratorias.
- Zonas de paso demasiado estrechas para que una persona en silla de ruedas pueda pasar o realizar un giro.
- Muchas comunidades de vecinos disponen de un pequeño desnivel con escaleras antes de llegar al ascensor. En estos casos, puede realizarse la instalación de una plataforma salvaescaleras o un elevador de corto recorrido.
- Pavimentos discontinuos, resbaladizos o con alfombras que no están pegadas al suelo.
- Mostradores o recepciones a una altura demasiado elevada y que impide una correcta visión de las personas en silla de ruedas.
- Del mismo modo, los interruptores, pulsadores, o pomos deben estar a una altura alcanzable.
Barreras en el hogar:
En nuestras viviendas particulares también podemos encontrar distintos factores que suponen un problema para el acceso libre.
- Una barrera común es la presencia de escaleras y cambios de nivel no adaptados. En estos casos, una solución puede ser la de instalar una silla salvaescaleras o una plataforma subeescaleras que permita la movilidad de las personas con discapacidad.
- Espacio insuficiente para el acceso en silla de ruedas o para realizar giros.
- Muebles u obstáculos varios que pueden dificultar el desplazamiento.
- Interruptores, enchufes o pulsadores situados en una altura incorrecta.
- Alfombras o cables sueltas.
- Aseos no adaptados y sin pasamanos.
- Puertas inferiores a 80cm de ancho.
Te dejamos con otro artículo donde te explicamos cómo debe ser una casa adaptada para personas en silla de ruedas.
Barreras en el transporte:
Las barreras de transporte impiden a la personas con una discapacidad motriz moverse libremente y ser autónomos.
- Ausencia de transporte público disponible.
- Transporte público no adaptado para que el acceso/descenso al vehículo en silla de ruedas.
- Transporte sin espacios adaptados a sillas de ruedas y sin anclajes de seguridad.
- En esas ciudades donde hay metro, pueden existir estaciones no adaptadas o con enlaces entre líneas no accesibles.
Barreras en la comunicación:
En este caso, existen impedimentos para la emisión o recepción de los mensajes en personas con discapacidad visual.
- Semáforos sin adaptación auditiva para el paso de invidentes.
- Obstáculos en las vías de circulación que dificultan el paso de una persona sin visión.
- Ausencia de lecturas en braille en distintas señalizaciones.
- Falta de recorridos táctiles por medio de cambios de texturas en el pavimento.
Soluciones a las barreras arquitectónicas
Es importante garantizar la normativa actual referente a la accesibilidad en el ámbito de la arquitectura urbanística con el fin de mejorar el bienestar de todos los colectivos para hacerlos partícipes de las actividades culturales, económicas y sociales.
Por esta razón, como sociedad debemos realizar las adaptaciones pertinentes a esos espacios no inclusivos y ayudar en la creación de prestaciones funcionales y polivalentes que sirvan para mejorar el acceso libre de barreras.
Otro factor primordial debe ser educar sobre valores solidarios y de participación para mejorar la empatía hacia estos colectivos y divulgar los distintos problemas a los que pueden verse afectados.