Esto es lo que debes saber sobre la meningitis: una enfermedad que, si se complica, puede causar discapacidad.
Qué es la meningitis
La meningitis es una inflamación del líquido y membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta zona del cuerpo se llama meninge y da nombre a la enfermedad. Los virus, hongos o bacterias pueden causar meningitis.
Según el origen de la enfermedad, hay dos tipos de meningitis: la meningitis viral y la bacteriana. La viral se produce cuando un virus entra en nuestro organismo a través de la boca o la nariz y se traslada al cerebro. En este caso, la infección es menos grave y el paciente mejora fácilmente.

En cambio, si hablamos de una infección causada por una bacteria la cosa se complica. Este tipo de meningitis es menos frecuente, pero su agresividad es preocupante ya que provoca ataques en el cerebro, lesiones cerebrales y sordera en casos muy graves. El caso se agrava si hablamos de personas con sistemas inmunitarios débiles.
Se calcula que cada año hay más de 1000 casos de pacientes con meningitis. Se considera una enfermedad muy grave por ser mortal y por ser capaz de provocar discapacidad. Según los estudios realizados por la Sociedad Española de Neurología la enfermedad tiene un índice de mortalidad del 10% y en más del 20% de personas que sobreviven les deja una discapacidad o secuelas como perdida sensorial, daños cerebrales o amputación de miembros.
Normalmente, se suelen ver casos de meningitis en niños menores de 5 años y entre personas de entre 15 y 24 años. Aun así, es una patología que puede padecerla cualquier persona.
La meningitis es contagiosa por lo que cuando se detecta un caso de una persona infectada, los familiares, amigos y cualquier contacto cercano deben seguir pautas específicas dictadas por los médicos. En caso de niños en edad escolar, en la escuela se siguen protocolos dictados por Salud muy concretos para que no se propague el virus. En estos casos normalmente se trata de la meningitis meningocócica porque esta se propaga por vía respiratoria.
Tipos de meningitis y causas
Como hemos comentado, existen dos variantes de la meningitis en función de qué hace contraer la enfermedad: un virus o una bacteria.
La meningitis de origen vírico suele ser leve y no conlleva grandes complicaciones a las personas afectadas, aunque suele causar dolores.

El problema está cuando se trata de la variante causada por una bacteria. Hay 3 tipos de baterías que causan la meningitis: a Haemophilus Influenzae B (HiB), el neumococo y el meningococo con todos sus serogrupos (A, B, C, W, X e Y).
Cuando la enfermedad bacteriana llega a la sangre y se desplaza por el cuerpo se puede llegar a añadir otra enfermedad grave al cuadro del paciente: la sepsis. La sepsis es una reacción desmesurada del cuerpo ante una infección bacteriana, sin una atención médica rápida los efectos pueden ser mortales.
El meningococo es una batería muy común y muchas personas son asintomáticas. Se calcula que entre un 5 y un 20% de la población tienen la bacteria en la nariz y garganta sin saberlo. Al estornudar o toser la bacteria se puede contagiar a otras personas sensibles a ella, pero esta no puede sobrevivir en superficies.
Diagnostico y análisis para determinar la meningitis
Para poder diagnosticar la meningitis primero se hace una analítica de sangre. Después, se coge una muestra de líquido cefalorraquídeo para buscar la causa de la enfermedad. Para ello, se hace una extracción mediante una punción lumbar. Mediante este análisis se permite identificar el causante de la meningitis.
Antes de hacer la punción lumbar, se pueden hacer un TAC o resonancia magnética si se sospecha que hay demasiada presión en el cráneo. La punción lumbar es peligrosa si hay demasiada presión en el cerebro.
Otras pruebas que se pueden hacer son: hemocultivos, muestras otorrinofaríngeas o muestras de heces.
Sintomatología inicial
Normalmente, los primeros síntomas de personas con meningitis son parecidos a los de una gripe (toser o estornudar) y se presentan entre los dos y 10 días después del contagio. Además, el paciente empieza a desarrollar parte del siguiente cuadro clínico si se agrava la enfermedad. Estos son los síntomas de las meningitis más recurrentes:
- Fiebre alta
- Dolor de cabeza
- Rigidez en la nuca
- Vómitos
- Somnolencia
- Pérdida de consciencia
- Agitación, delirio o convulsiones
- Manchas de color rojo-púrpura en la piel

En caso de niños pequeños, tienen rigidez de nuca por culpa de la inflamación de las meninges que cubren la medula espinal. Por su parte, las personas de la tercera edad solamente tienen alteraciones a nivel de conciencia, pero no tienen fiebre ni rigidez en la nuca.
Grados de meningitis y complicaciones
Las complicaciones graves que se pueden detectar cuando la persona contrae meningitis bacteriana son:
- Coágulos de sangre: si son graves pueden provocar infarto cerebral.
- Edema encefálico/hinchazón encefálica: la inflamación puede afectar al tejido encefálico provocando que este se inflame y puede crear zonas hemorrágicas.
- Aumento de la presión en el cráneo: si es grave puede provocar que partes del encéfalo se desplacen. Si esto ocurre y estas partes van a las aberturas que separan el cerebro puede provocar herniación cerebral.
- Exceso de líquido en el encéfalo: puede provocar hidrocefalia y crear presión sobre el cerebro.
- Inflamación de los nervios craneales: son responsables de la vista, el oído, el gusto, la musculatura del cuerpo y las glándulas faciales. Así que la inflamación de estos puede provocar sordera, visión doble, entre otros problemas.
- Empiema subdural: acumulación de pus en la capa exterior de las meninges.
- Choque séptico y coagulación intravascular diseminada.
- Daño cerebral.
Diagnóstico y tratamiento para la meningitis
Una vez se han hecho las pruebas correspondientes para saber la causa de la infección, se estipula un tratamiento:
- Antibióticos: en casos muy graves, se debe de empezar el tratamiento antes de tener un diagnóstico claro y saber qué bacteria está provocando la infección. Por esta razón se subministran antibióticos genéricos que sirven para atacar a diferentes tipos de bacterias que causan la enfermedad. Esto se hace así porqué la meningitis bacteriana avanza muy rápidamente y si no se actúa a tiempo es mortal.
- Dexametasona (corticosteroide): sirve para controlar la presión del cerebro.
- Sustitución de líquidos: por la pérdida de apetito, la fiebre, sudoración y vómitos.
Además, en función de las complicaciones que puedan surgir se deben de llevar a cabo otros tratamientos para hacerles frente.
Vacunas para la meningitis y prevención de la enfermedad
Existen distintas vacunas en función del tipo de bacteria a combatir que se subministran siguiendo el cuadro de vacunación infantil.
Meningitis en recién nacidos
En el caso de un niño de dos años presenta síntomas como fiebre alta, somnolencia, irritabilidad, inactividad, llanto o no querer comer. Si el niño coge la enfermedad en pocos días de haber nacido posiblemente ha sido contagiado por el canal del útero de la madre.
*Recuerda que esta información no sustituye en ningún caso lo que dictamina un médico.