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Uveítis y las complicaciones del ojo inflamado

Ojo inflamado por uveítis

Las molestias por el ojo inflamado pueden ser por distintas razones, una de ellas, la uveítis. Es importante tenerlo controlado ya que una cosa como esta puede conllevar complicaciones en el futuro, más si se vuelve un trastorno crónico.

¿Qué es la uveítis?

La uveítis es una inflamación que afecta la úvea, una parte del ojo que consta de tres componentes principales: el iris (la parte coloreada del ojo), el cuerpo ciliar (una estructura detrás del iris que ayuda a enfocar el ojo) y la coroides (una capa que se encuentra debajo de la retina y que suministra sangre y nutrientes a esta parte del ojo).

Dolor ocular, irritación en los ojos

La uveítis puede ser causada por diversas razones, como infecciones (bacterianas, virales o fúngicas), enfermedades autoinmunitarias, traumatismos o factores desconocidos. La inflamación resultante puede variar en gravedad y duración, y puede afectar uno o ambos ojos. Existen varios tipos de uveítis, que se clasifican según la parte de la úvea que se ve afectada.

¿Qué síntomas provoca la uveítis?

Los síntomas de la uveítis o el ojo inflamado pueden variar en gravedad y presentación, pero generalmente incluyen los siguientes:

  1. Dolor ocular: Muchas personas con uveítis experimentan dolor ocular, que puede variar desde un malestar leve hasta un dolor agudo y constante. El dolor suele empeorar con el movimiento del ojo.
  2. Enrojecimiento: El ojo afectado por la uveítis puede aparecer enrojecido debido a la inflamación en la úvea.
  3. Sensibilidad a la luz (fotofobia): Las personas con uveítis a menudo son extremadamente sensibles a la luz, lo que puede provocar una incomodidad significativa en entornos luminosos.
  4. Visión borrosa: La inflamación en la úvea puede afectar la calidad de la visión, causando visión borrosa o nublada.
  5. Pérdida de visión: En casos más graves o si la uveítis no se trata adecuadamente, puede haber una pérdida de visión. Esta pérdida de visión puede ser temporal o permanente, dependiendo de la gravedad y la duración de la inflamación.
  6. Flotadores y destellos: Algunas personas pueden notar la presencia de cuerpos flotantes (pequeñas partículas o manchas que parecen moverse en el campo visual) o destellos de luz.

Los síntomas pueden variar según el tipo de uveítis y su causa subyacente. Un oftalmólogo o un especialista en enfermedades oculares (oftalmólogo) puede diagnosticar y tratar la uveítis de manera adecuada.

Partes del ojo: qué es la úvea

La úvea es una capa del ojo que consta de tres componentes principales: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. Esta capa se encuentra en el segmento medio del ojo, entre la esclerótica (la capa blanca del ojo) y la retina (la capa interna que detecta la luz y envía señales al cerebro para la visión).

La úvea desempeña un papel crucial en el suministro de sangre, oxígeno y nutrientes a las estructuras oculares vitales, como la retina. También participa en la regulación de la cantidad de luz que entra en el ojo a través del control del tamaño de la pupila. La inflamación de la úvea, conocida como uveítis, puede causar una variedad de problemas oculares y es importante ser diagnosticada y tratada adecuadamente para prevenir complicaciones en la visión.

Complicaciones por culpa de la inflamación a la úvea

La uveítis es una afección ocular seria que, si no se trata adecuadamente, puede provocar varias complicaciones que afectan la salud visual y ocular a largo plazo. Algunas de las complicaciones más comunes asociadas con la uveítis incluyen:

  • Pérdida de visión: Una de las complicaciones más graves de la uveítis es la pérdida de visión. La inflamación continua en el ojo puede dañar la retina, el nervio óptico y otras estructuras oculares, lo que lleva a una disminución permanente de la visión.
  • Cataratas: La uveítis puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas, que son opacidades en el cristalino del ojo que afectan la claridad de la visión.
  • Glaucoma: La presión intraocular elevada puede resultar de la uveítis crónica, lo que aumenta el riesgo de desarrollar glaucoma (presión ocular), una enfermedad que daña el nervio óptico y puede provocar pérdida de visión.
  • Edema macular: La inflamación crónica en el ojo puede causar acumulación de líquido en la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central aguda, lo que puede llevar a la visión borrosa y la pérdida de la visión central.
  • Desprendimiento de retina: En casos graves, la inflamación prolongada puede aumentar el riesgo de un desprendimiento de retina, una emergencia médica que requiere atención inmediata.
  • Otras complicaciones oculares: La uveítis puede tener un impacto negativo en otras áreas del ojo, como la esclerótica (epiescleritis o escleritis), la córnea (queratitis) y los vasos sanguíneos de la retina (vasculitis retiniana).

Causas del ojo inflamado

La uveítis puede ser causada por diversas razones, y las causas subyacentes pueden variar según el tipo específico de uveítis. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Infecciones: Infecciones bacterianas o las provocadas por virus, hongos o parásitos, pueden desencadenar uveítis. Ejemplos de infecciones oculares que pueden provocar uveítis incluyen la toxoplasmosis, el herpes ocular, la sífilis y la tuberculosis, entre otras.
  • Enfermedades autoinmunitarias: En muchos casos, la uveítis es el resultado de una respuesta autoinmunitaria anormal en la que el sistema inmunológico ataca erróneamente los tejidos del ojo. Ejemplos de enfermedades autoinmunitarias que pueden causar uveítis incluyen la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante y la enfermedad inflamatoria intestinal, como la enfermedad de Crohn.
  • Traumatismo ocular: Lesiones oculares, como golpes o perforaciones, pueden provocar uveítis. La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a la lesión.
  • Factores desconocidos: En algunos casos, la causa de la uveítis puede ser desconocida, y se la llama uveítis idiopática. A pesar de una evaluación exhaustiva, los médicos no pueden identificar una causa subyacente en estos casos.

Tratamientos para la uveítis

El tratamiento de la uveítis depende de la causa subyacente, la gravedad de la inflamación y la parte del ojo afectada. Los tratamientos pueden variar desde el manejo de los síntomas con gotas oftálmicas hasta el uso de medicamentos más potentes y, en casos graves, cirugía. Algunos de los tratamientos comunes para la uveítis incluyen:

  1. Gotas oculares antiinflamatorias: Las gotas oculares con corticosteroides o agentes antiinflamatorios no esteroides (AINEs) pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas locales en el ojo. Estas gotas son útiles para la uveítis anterior, que afecta principalmente la iris y la parte frontal del ojo.
  2. Medicamentos antiinflamatorios orales: En casos de uveítis más graves o cuando la inflamación no responde adecuadamente a las gotas oculares, se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios orales, como corticosteroides o AINEs.
  3. Inyecciones intravítreas: Para uveítis que afectan la parte posterior del ojo o la retina, los médicos pueden administrar inyecciones de corticosteroides o fármacos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) directamente en la cavidad vítrea del ojo para reducir la inflamación y controlar la enfermedad.
  4. Medicamentos inmunosupresores: En casos de uveítis autoinmunitaria crónica o recurrente, se pueden utilizar medicamentos inmunosupresores, como metotrexato, azatioprina, ciclosporina o biológicos, para suprimir la respuesta inmunológica y reducir la inflamación.
  5. Terapia con láser: En algunas formas de uveítis, como la uveítis intermedia asociada con enfermedades como la retinosis pigmentaria, se puede utilizar la terapia con láser para sellar vasos sanguíneos anómalos y reducir la inflamación.
  6. Cirugía: En casos graves de uveítis con complicaciones como cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina, puede ser necesario realizar cirugía para abordar estas afecciones. Esto puede incluir cirugía de cataratas, cirugía de glaucoma o vitrectomía.
Causas de inflamación en el ojo

Otras causas del ojo inflamado

Existen más causas, a parte de la uveítis, por los ojos hinchados o párpados hinchados:

  • Reacción alérgica que provoca enrojecimiento al globo ocular y pueden irritar los ojos.
  • También hay retención de líquidos debajo de los ojos por problemas circulatorios.
  • Chalación o bulto en el borde del párpado y por obstrucción de las glándulas sebáceas.
  • Ozuelo: se trata de la obstrucción de los lagrimales de la base de las pestañas.
  • Lentes de contacto.
  • Falta de sueño, ya sea por ansiedad, estrés o cansancio provoca inflamación de los párpados.
  • Enfermedad de graves: un trastorno endocrino.

Es fundamental que el tratamiento de la uveítis sea personalizado y supervisado por un oftalmólogo o especialista en enfermedades oculares, ya que la elección del tratamiento dependerá de la causa subyacente, la gravedad de la enfermedad y la respuesta individual del paciente. La detección temprana y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir complicaciones y preservar la salud ocular.

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