Dylan Viale es un chico de 11 años de California que acaba de crear un videojuego que nace con la premisa de compartir cosas con su familia y, en especial, con su abuela Sherry.
Dylan siempre ha estado muy unido a su “yaya”, es por esto que ha querido aprender a usar el software Gamemaker que permite crear tus propios juegos, y así crear su juego y poder compartirlo con Sherry, que perdió la visión hace décadas.
Gracias a la utilización del Gamemaker, Dylan ha creado el videojuego Quacky’s Quest, que se basa en un pato con pinta extraña que su padre creó en preescolar para dar un toque personal a sus apuntes: una vieja broma familiar. El pato tiene que recorrer diferentes laberintos para encontrar un huevo de oro. Es cierto que es un videojuego muy tradicional, pero divertido para una persona sin visión.
En poco tiempo, Dylan se ha dado cuenta que tenía que utilizar el sonido como principal arma del juego, para ello ha llenado el laberinto de diamantes, que emiten un sonido similar al de una caja registradora cuando pasas por encima. Para los muros, ha utilizado un sonido duro y profundo que sirve para demostrar que por ahí no se puede pasar.
Unos cartuchos de dinamita y unos murciélagos dan su toque de dificultad, obviamente, cada uno con su propio sonido asociado. Para que Sherry se pueda orientar cuando no hubiera diamantes, se escucha un sonido negativo.
Dylan ha pasado un mes preparando y poniendo a punto el juego hasta que lo ha dejado a su gusto y al de su abuela. Finalmente lo ha presentado a la feria de ciencias de su colegio y ha ganado el primer premio.
Ahora, empieza a plantearse la posibilidad de convertirse en diseñador de videojuegos, aunque, como todos los niños de su edad, no tiene para nada claro cómo será su futuro.
Un dato importante que ha llegado a nuestra redacción es que los jugadores ciegos juegan mucho más rápido y puntúan mucho mejor que aquellos que disponen de visión. “No están tan en contacto con el sonido, ni confían en él tanto como un ciego podría hacerlo, o como lo hace una persona que no está familiarizada con el sonido.”
Quacky’s Quest se ha convertido en un éxito en el colegio de Dylan, así como, en internet donde muchos especialistas ya han señalado como es posible que apenas existan juegos para invidentes.
Con este pequeño gesto de Dylan se han abierto muchas puertas.
Damos un diez a Dylan por su gran invento.
Ver el vídeo del videojuego: http://youtu.be/1YV21D0JjCY