El hecho de que la sociedad tenga cada vez más en cuenta las necesidades de las personas discapacitadas o con poca movilidad ha sido cuestión de años, o más bien, de siglos:
- En el siglo XVI surgió el problema de la movilidad. Se solucionaba con la ayuda de otras personas que portaban en brazos a la persona con dificultades y así la ayudaban a salvar barreras y desniveles.
- En la segunda mitad del siglo XX emerge el concepto de la “eliminación de barreras”. Es cuando de verdad se ve la necesidad de adaptar el medio a las personas. O, por lo menos, que la propia persona con ayuda técnica pueda acceder a la sociedad sin problemas.
- En el año 1974, un grupo de expertos celebró una reunión en Nueva York para establecer los primeros antecedentes sobre la necesidad de la eliminación de barreras físicas, y se incide en el requisito de la formación de los profesionales en materia de inclusión: arquitectos, ingenieros, urbanistas y paisajistas.
- Años después, se empieza a hablar del Diseño para [email protected] o Diseño Universal. Este concepto da pie a una nueva forma de plantear el problema: no se trata de eliminar barreras, sino de diseñar sin ellas. Y aquí comenzó a difundirse el concepto de Accesibilidad. Accesibilidad en edificios, urbanismo, transportes, medios de coumunicación…etc.
- La idea evoluciona y en 1989, el arquitecto Ronald L. Mace encarga a un grupo de diseñadores y abogados que creen una serie de principios que definan esta filosofía del diseño. Son los “7 principios del diseño universal”:
- Uso equitativo.
- Flexibilidad en el uso.
- Uso simple e intuitivo
- Información perceptible.
- Tolerancia al error. Minimizar condiciones adversas.
- Bajo esfuerzo físico.
- Tamaño y espacio para el acceso y el uso.
Es decir, simplificar la vida de todas las personas. A día de hoy, este es aún el objetivo.
También el de Válida sin barreras.
Fuente: La Ciudad Accesible