140 intérpretes de la lengua española de signos prestarán servicio en el sistema educativo andaluz, concretamente en las etapas de ESO, Educación de adultos, Bachillerato, Formación Profesional y Universidad.
Esto significa que buena parte de las personas con discapacidad auditiva tienen garantizado el acceso a la educación. Es una gran apuesta de Andalucía, a la que avalan los datos, y es que esta comunidad supera la media española de que sólo un uno por ciento de los alumnos alcanza la educación superior, además de que las universidades andaluzas albergan a más de la mitad de los alumnos sordos de las universidades del estado.
Todo un ejemplo a seguir.