Cuentan que, en el lejano oriente, un genio atrapado en una lámpara maravillosa concedió tres deseos a un joven apuesto llamado Aladino. Lo que nadie sabe es que el genio se guardó uno de esos deseos en su chistera y que lo usaría miles de años más tarde para dotar de una total libertad de movimientos a las personas con movilidad reducida o discapacidad.
Los deseos a veces se hacen realidad y traspasan las fronteras imaginarias de los cuentos. Así es como nos ha llegado a las manos la silla de ruedas con tecnología Segway llamada Genny (seguramente en honor a ese genio tan astuto).
Subido a ella, el usuario puede desplazarse por cualquier tipo de superficie con sólo balancear ligeramente el cuerpo hacia delante (para avanzar) o hacia atrás (para frenar). Además, la tecnología Segway garantiza un equilibrio casi mágico del usuario sobre las dos ruedas. Por si eso fuera poco, Genny permite realizar giros de 360º sobre su propio eje, garantizando a esta sorprendente chisme la accesibilidad a cualquier espacio por reducido que sea. De esta forma uno puede entrar sin problemas dentro de un ascensor y dar media vuelta en él, o subirse al autobús sin complicación alguna.
La genial Genny, además, dispone de una autonomía de 40km y sus baterías de litio se pueden recargar en cualquier enchufe con un simple cable. De esta forma siempre está a punto para rendir al máximo.
Por cierto, ¿os cuento un secreto? El genio se reservó un as en la manga para los más aventureros, brindándoles la oportunidad de adaptarle el kit todo terreno “X-Road” para convertirla en una máquina sin barreras.
¡Colorín colorado, este cuento sólo ha hecho que empezar!
Para más información: http://youtu.be/k8Ma7Emiplw