La historia de Kanya es un gran ejemplo de positivismo y superación. Kanya Sesserera nació sin piernas y era un bebé cuando sus padres la abandonaron en la puerta de un templo budista en Tailandia. Allí, los monjes la cuidaron hasta que a los cinco años de edad fue adoptada. Jane y Dave Sesser, una pareja americana de 56 y 57 años, vieron su foto en una revista de adopción internacional y no dudaron en volar a Tailanda para irla a buscar y darle la mejor vida posible.
Tania, amante de los deportes, empezó a practicar skateboard y surf, y a los 9 años ya había desarrollado unas habilidades muy considerables tanto en el agua como en las ruedas. A Kanya también le gusta el baloncesto y el esquí, tanto es así que tiene muchas papeletas de competir en la modalidad de mono-esquí en los próximos Juegos Paraolímpicos.
De hecho, Kanya, fue la tercera mujer más rápida del mundo en 2011 para las carreras de 100 y 200 metros, y afirma que le encanta la velocidad.
Pero Kanya no sólo triunfa en los deportes, sino también como modelo. A los 17 años un fotógrafo de deportes se acercó a ella mientras jugaba a baloncesto al quedar prendado de su belleza natural que quiso captar con la cámara. Y desde ese momento es modelo de lencería y de bikini. Kanya afirma estar muy cómoda con su apariencia y no piensa en que es diferente a los demás.
Tiene un espíritu muy positivo que le permite ir hacia delante y conseguir todo lo que se propone: “Simplemente me dejo llevar, y nunca he considerado que mi vida sea difícil porque nunca he tenido otra para comparar”.
Adelante Kanya, y mucha suerte en los Juegos Paraolímpicos donde esperamos verte.