No hablamos de ciencia ficción, sino de un proyecto que acaba de presentar el grupo de investigación BISITE. Mediante un casco, el usuario puede determinar hacia dónde dirigir la silla de ruedas controlada únicamente con el pensamiento o vocalizar la dirección. El sistema está pensado para adaptarse a cualquier silla de ruedas eléctrica, lo que supone un gran avance en el campo de las soluciones en accesibilidad, sin implicar grandes modificaciones.
Hasta ahora, las sillas de ruedas eléctricas convencionales se movían mediante control físico, normalmente a través de un joystick. Ello requería que el usuario contase con, al menos, movilidad en una mano. La sustitución de este elemento por el casco permite suprimir esta barrera, ampliando el rango de personas que podrán utilizar la silla de ruedas eléctrica así como facilitar su movilidad en el día a día.
Una vez instalado en la silla, el funcionamiento del sistema se basa en las órdenes que manda el usuario. Desde cerrar un ojo, mover la mandíbula, inclinarse o el pronunciamiento de palabras, el sistema permite asignar cada uno de estos gestos a un movimiento de la silla. Para evitar posibles colisiones, se instalan sensores anti-obstáculos. Paralelamente, también se han colocado cámaras en la propia silla para que el usuario pueda guiarla telemáticamente.
El proyecto ya ha sido premiado en el I Concurso Transfronterizo de Prototipos Orientados al Mercado y se prevé su comercialización en breve. Además, el coste de adaptación es considerablemente contenido, lo que permitiría su comercialización a partir de 150€ por sistema instalado.
Fuente: nucleus.usal.es