La superación tiene siempre su recompensa. Hugh Herr ha recibido el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2016 por haber contribuido al desarrollo y al diseño de extremidades biónicas y prótesis robóticas. Estas extremidades son las primeras en imitar el movimiento natural humano.
Su equipo de científicos se encarga de desarrollar piernas, rodillas y tobillos que se conectan a los nervios a través de sensores. Estos, a su vez, transmiten las órdenes del movimiento exacto que el cerebro quiere realizar con la extremidad ausente. El objetivo es imitar el movimiento de los músculos basándose en el cálculo de presión que requiere cada paso de una persona de un peso y estatura determinados.
El mismo Herr usa las prótesis que él y su equipo diseñan. Cuando tenía 17 años se perdió 3 noches en el Barranco de Huntington (Nuevo Hampshire) donde estaba realizando escalada. Consiguieron rescatarle, pero sufrió un grave congelamiento por el que tuvieron que amputarle las dos piernas. Uno de los voluntarios que ayudó en su rescate, murió. Por lo que el biofísico decidió dedicar todo su vida y esfuerzo a diseñar piezas protésicas para volver a escalar y ayudar a otras personas que, al igual que él, no tienen extremidades.
El profesor Herr es un gran ejemplo de cómo aprovechando conocimientos multidisciplinares (medicina, ingeniería, neurociencias, robótica, inteligencia artificial, química, matemáticas…) se pueden crear nuevas vías de tratamiento para la recuperación funcional de muchas discapacidades.
Con estas prótesis las personas pueden hacer vida normal, pasear, bailar… Podéis ver el emocionante video de Hugh Herr en la charla TEDD que impartió. Veréis de la mano de una bailarina cómo de natural es el movimiento de sus las prótesis robóticas que crea... VER VIDEO.
Fuente: ElMundo y Discapzine